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Partidos a la caza del indeciso

En la recta final de la campaña electoral, los objetivos de los partidos se han concentrado en uno sólo: atraerse la mayor porción posible de la bolsa de votantes que aún no han decidido qué papeleta introducirán en la urna. El destino final del más de 20% de valencianos que no sabe a quién votará y el número de abstencionistas serán quienes darán o quitarán la razón a las encuestas que vaticinan una victoria conservadora por encima del listón de los 45 escaños que marcan la mayoría absoluta. La ofensiva del Partido Popular consiste, por una parte en la llamada a la participación. Un alto índice de votantes no sólo perjudicaría a los partidos pequeños sino a los socialistas, que cuentan con un electorado más fiel que el popular. Además, entre los conservadores temen que un exceso de euforia deje un elevado número de votos en la playa e impida alcanzar la ansiada mayoría absoluta. El otro frente consiste en el ataque a los viveros de votos regionalistas. Los intentos de Zaplana de hablar en valenciano, la relevancia -lindante en el exhibicionismo- dada a los trásfugas unionistas a lo largo de la campaña o la caza de candidatos regionalistas lo atestiguan. No en balde, además de los votantes populares, son los unionistas quienes mejor opinión tienen de Zaplana. El reclamo del PSPV ante los indecisos vuelve a ser el manoseado voto útil. Los dirigentes socialistas repiten con fruición que esta formación es la única capaz de hacer frente en términos de relativa igualdad a los populares. "Para quitar a éstos [el PP] hace falta una palanca muy fuerte", señalaba recientemente Antoni Asunción "y esa palanca es el Partido Socialista". Esta llamada y la alta participación en las elecciones autonómicas de 1995 fue suficiente para que los socialistas superaran los 800.000 votos y que los conservadores obtuvieran la mayoría absoluta. Precisamente contra este voto ha luchado desde el principio de campaña el Bloc Nacionalista Valencià-Els Verds. Las palabras del candidato de los nacionalistas, Pere Mayor, en su mitin en Valencia son claras: "Amigos del PSOE abandonad la impotencia y la prepotencia para poder hacer juntos políticas de progreso social y nacional". Unión Valenciana confía en los 118.797 jóvenes que por primer vez podrán emitir su voto para sobrepasar el 5% de votos que les abre las puertas a las Cortes, ademas de tratar de convencer a sus fieles que no se pasen a las filas populares. Joan Ribó, candidato de Esquerra Unida, con el voto tradicional obrero en el bolsillo, se ha centrado en la búsqueda del voto joven y verde -defensa de humedales y de energías alternativas-, tras comparecer en estas elecciones amputado de su anterior socio: Els Verds. El voto final de los indecisos reflejará el éxtito o el fracaso de las estrategias empleadas.

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