El sentido de la región
El PSOE asegura haber logrado sacar a Castilla-La Mancha del furgón de cola de las comunidades más pobres de Europa
, La campaña electoral en Castilla-La Mancha se convertirá el 13 de junio en punto de referencia para los analistas políticos en unos comicios que se están viviendo como un duelo a dos, y en ciertas ocasiones personal, entre José Bono y Agustín Conde. Al margen del lino y los cazaprimas, argumentos inevitables en todos los actos electorales, desde el PSOE se habla de lo que se ha logrado en estos años en una comunidad autónoma abandonada históricamente, y de lo que queda todavía por hacer. El PP, sin embargo, centra todo en el futuro, poco o nada se ha conseguido que no responda a la lógica del paso de los años, y a Castilla-La Mancha le toca ahora subirse al tren popular. Y en medio IU, que en el Parlamento regional ha visto cómo la ruptura con Nueva Izquierda le hacía perder la voz desde el único escaño que ganó con esas siglas, incorporado a la candidatura PSOE-Progresistas. La mayoría de los sondeos sobre intención de voto apuntan a que José Bono podría revalidar su mayoría absoluta camino de los 20 años de Gobierno. Pero la prudencia, al menos en público, siempre va unida a los sondeos previos a unas elecciones y todos lo saben. Aquí al menos coinciden: la encuesta que vale es la del 13 de junio. Pero lo cierto es que todos los sondeos son favorables a una nueva mayoría socialista, en la que mucho tiene que decir la figura personal de Bono, por encima de las siglas de su propio partido. Como ejemplo, el último sondeo de Demoscopia, en el que además de ser el líder político español mejor valorado por su propios votantes, supera el aprobado entre todos los electores, incluidos los del PP e IU. Es el dirigente más conocido con diferencia entre los castellanomanchegos, que le reconocen su capacidad de trabajo y su defensa de los intereses regionales. Los socialistas, al margen de lo conseguido en estos años presentan la defensa de los intereses de esta comunidad, por encima de todo y de todos, y el haber creado sentido de región como uno de sus principales avales. Bono se ha enfrentado a ministros de su propio partido y, como no, también del Gobierno de Aznar, acusando al PP en Castilla-La Mancha de estar "plegado", no a la defensa de su comunidad, sino a los intereses de la calle de Génova, sede del PP. Pero mientras tanto, el hasta ahora alcalde de Toledo y candidato del PP, Agustín Conde, no se cansa de repetir que después de 16 años, lo que necesita Bono es un retiro. Le acusan de ser un político populista, que ha utilizado a la Junta como instrumento para costearse una campaña personal y de autobombo, con miras a optar a la Presidencia del Gobierno central, a pesar de que éste repita que su compromiso es con Castilla-La Mancha. Creen que ha llegado el momento del cambio y no reciben con agrado las buenas relaciones que mantiene con algunos presidentes autonómicos del PP, como el madrileño Alberto Ruiz-Gallardón, que prologó el libro Bono se presenta, poco antes del inicio de la campaña. Un libro que, aseguran, es el testamento, las memorias de un político que sólo puede ofrecer historia y pasado. Mientras tanto, desde IU se acusa a unos y otros de ignorar estas siglas deliberadamente por miedo, mediatizando la voluntad de voto de los ciudadanos.
Denuncias y archivos
La campaña electoral se ha visto salpicada por numerosas denuncias en una y otra dirección. El PP ha presentado denuncias en la Fiscalía Anticorrupción contra tres consejeros del Ejecutivo regional por presuntas irregularidades en la adjudicación de obras públicas, mientras se archivaban todas las causas contra el senador popular y presidente de la Diputación de Guadalajara, Francisco Tomey. Desde las filas socialistas se carga con el caso del lino y "los cazaprimas", asunto en el que incluyen al delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Carlos Moro, y con los problemas que tuvo Conde con Hacienda, unido al despacho de abogados que mantiene abierto con su concejal de Urbanismo, Leandro Esteban. Tampoco pasan por alto la condena del Supremo al diputado del PP por Toledo, José Bermúdez, que le llevó a dimitir después de ser condenado a dos años de inhabilitación para ejercer la abogacía. Al margen de la contienda política, que en las últimas semanas se ha endurecido considerablemente, si por algo se han caracterizado estos últimos cuatro años ha sido por el diálogo social. Empresarios y sindicatos han llegado a numerosos acuerdos con el Ejecutivo, en una comunidad que lleva a gala estar entre las que menos conflictividad laboral genera, y la reforma del Estatuto de Autonomía abre muchas posibilidades a la espera del traspaso de las competencias en educación y sanidad, dos pilares básicos de la política social. Los sindicatos son optimistas de cara al futuro y en numerosas ocasiones han apoyado al ahora de nuevo candidato socialista, frente a las tesis del PP, al que reprochan jugar a la contra. Apuestan por recuperar el capital humano, en una comunidad que durante años ha visto cómo buscaba destinos mejores para su futuro. Y ahora, creen que el futuro está aquí. Las carencias las unen el retraso histórico de una comunidad que ha conseguido, poco a poco, escapar del subsidio y de ser el lugar de recreo de numerosos aficionados a la caza. Pero esas imágenes, en muchas ocasiones fotografías de color sepia, ya han pasado. Castilla-La Mancha ha conseguido salir del furgón de cola de las comunidades europeas más pobres, aunque desde el PP se repite machaconamente que no es un logro, sino el resultado de la incorporación de los países del Este. El paro vuelve a ser punto de arranque de los distintos programas electorales, en una comunidad en la que la tasa de paro es del 16,66% de la población activa y las organizaciones sindicales ven en el sector industrial un reto a afrontar en el futuro como la principal baza del desarrollo de esta comunidad, que poco a poco va aparcando los tractores. Del debate por el asunto del agua y los trasvases como protagonista de la vida política, se ha pasado a convertir el AVE en la estrella por la que inevitablemente pasa el futuro de las comunicaciones y el progreso de esta región, que por su situación geográfica se encuentra en medio de cualquier destino.
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