"Málaga es un caos urbanístico"
Fue concejal en la primera corporación democrática y, 20 años después, tras pasar por los parlamentos nacional, autonómico y Eeuropeo y por la Consejería de Trabajo, vuelve a la actividad municipal. Francisco Oliva recuerda el ejemplo de colaboración de la izquierda en aquella época y asegura que el error de 1995, "que ningún progresista entendíó", no se repetiría ahora si el PP no consigue mayoría absoluta. Desde que hace un año ganó las primarias, los problemas urbanísticos han centrado de forma prioritaria su trabajo de oposición, y es que asegura que en esta materia es donde la alcaldesa ha mostrado de forma especial que es "una malísima administradora". Relata por ejemplo que las licencias de obra tardan entre ocho y 10 meses en tramitarse , que no hay ventanilla única, que se ha dado suelo "para actuaciones electoralistas y no para construir viviendas a quien más lo necesita". En cuando al modelo de desarrollo, el candidato socialista asegura que el PP ha reproducido "el desarrollismo de los años 60" y que ha permitido la "invasión de las grandes constructoras con unas expectativas de construcción desafavoradas". Añade además que la inspección urbanística no ha funcionado "porque no interesa" y que los propios técnicos de la Gerencia de Urbanismo han pedido la dimisión de sus directivos, por lo que concluye que en la ciudad existe "un importante caos urbanístico". Oliva ha repasado las promesas que Villalobos hizo cuatro años para insistir en que es una paupérrima administradora. Y ofrece datos: Ha subido la deuda un 20% cuando prometió reducirla, ha subido los gastos corrientes un 25% cuando lamentó que sus antecesores despilfarraron y ha subido los impuestos un 30% cuando aseguró que los bajaría. Encabeza una lista con miembros de Nueva Izquierda que ofrece recuperar la ilusión y los avances de 1979. El empelo es uno su principal eje programáticos y la promesa "más ilusionante" hacer de Málaga la capital cutural europea en el 2006, en el 125 aniversario del nacimiento de Picasso. Además de una meta, sería, según Oliva, "una excusa para una serie de obras y planteamientos que la ciudad necesita".
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