Rolls-Royce se ofrece como la mejor baza de ITP para salir al mercado
El consejero delegado de Rolls-Royce, John E. V. Rose, considera que su empresa es el mejor camino para que la firma vizcaína de motores de aviación Industrias de Turbopropulsores (ITP) pueda acceder a los mercados internacionales. Rolls-Royce, que cuenta con un 47% del accionariado de ITP, está negociando un contrato con la firma para fabricar turbinas de baja presión, lo que implica inversiones de 80.000 millones de pesetas. Este contrato arastra una importante cesión de tecnología por parte de la empresa británica que espera una mayor implicación de ITP en el grupo.
"Donde se coloque ITP depende de la conclusión de las conversaciones en curso. El nuevo acuerdo les permite ampliar su papel", aseguró Rose el sábado en un entrevista con EL PAÍS y Cinco Días en Bilbao, donde asistió a los actos de celebración del décimo aniversario de ITP. El consejero delegado de Rolls, quien no quiso detallar las garantías que se piden a su empresa participada, sí que indicó la importancia que para el grupo tenía que ITP se integrara en la "familia R-R". Rose señaló que, en todo caso, es prematuro hablar de que la empresa de Zamudio pueda trabajar en exclusividad para la firma británica, pero recordó que el acceso de ITP a los mercados internacionales pasa por una alianza con una de las tres primeras firmas mundiales de motores de avión, y que Rolls era la mejor solución. "El contrato que estamos negociando con ITP le daría la posibiliadd de convertirse en un centro de excelencia de R-R. Además se debe tener en cuenta que la última década hemos ganado cuota de mercado. En dos años nos hemos llevado un tercio de los pedidos civiles. Hemos incrementado nuestros clientes y el número de programas en los que estamos implicados. Hemos invertido en diez años el doble que la competencia", indica. "ITP es extraordinaria" El pasado año, la cartera de pedidos de Rolls se incrementó en un 30%, hasta alcanzar la cifra de 10.400 millones de libras (2,69 billones de pesetas) y unos resultados de 325 millones de libras (84.175 millones de pesetas). Para Rose la evolución de ITP, cuyos otros socios a partes iguales son Sener y la Sepi, ha sido impresionante en 10 años: "Es extraordinario porque hace diez años no existía y ahora es un socio potencial". En diciembre de 1998, la plantilla superaba las 1.000 personas, empezaron once, y tuvo unos beneficios de 1.600 millones de pesetas (9,62 millones de euros) y este año prevé una facturación de 30.000 millones de pesetas (180,3 euros), 4.000 millones más que el pasado año. "ITP tiene potencial para ser un socio de éxito en la familia R-R y por tanto nos reporta el doble de beneficio como accionistas de un negocio de éxito y como empresa de la que no somos únicos propietarios y que interviene en nuestros programas", apunta Rose. En cualquier caso, no quiere aventurar el final de unas negociaciones que pueden jugar un papel esencial en la privatización del porcentaje de Sepi en la empresa. De hecho, Joaquín Clotet, vicepresidente de Sepi, aseguró recientemente que la privatización de su participación en ITP estaba pendiente de la firma del contrato con Rolls-Royce.
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