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La Fundación Dalí compra 39 joyas de oro y piedras preciosas diseñadas por el pintor

La Fundación Gala-Salvador Dalí ha comprado por 900 millones de pesetas, una cifra que marca un nuevo récord en la política de adquisiciones del museo, una colección de 39 joyas de oro y piedras preciosas diseñadas por el genio ampurdanés entre los años 1949 y 1970. Las piezas fueron adquiridas a una entidad japonesa, cuyo nombre la fundación no ha querido desvelar, junto con 24 dibujos y pinturas originales sobre papel que sirvieron de excepcional y pormenorizada guía al orfebre argentino Carlos Alemany.

Las joyas de la colección constituyen piezas únicas e irrepetibles que contienen la característica riqueza iconográfica del pintor surrealista. Además del oro y el platino, que sirven como material base de las joyas, las piezas contienen incrustaciones de piedras preciosas tales como diamantes, rubíes, esmeraldas, zafiros, aguamarinas y topacios. También se incorporan perlas, corales y otros materiales nobles que se combinan y dan origen a corazones, labios y ojos. Abundan asimismo las formas vegetales y animales y los símbolos religiosos y mitológicos. Los tamaños de las joyas, que van desde las piezas minúsculas hasta las que llegan a los 46 centímetros de altura, no constituyen un obstáculo para que estas creaciones dalinianas merezcan el título de auténticas esculturas. Color y brillo Dalí no se contentó con la preciosista plasmación pictórica de las joyas, que incluían los matices del color y los brillos, sino que seleccionó los materiales con que debían elaborarse. Esta elección se produjo, en muchos casos, por la significación mística y las connotaciones que tienen cada uno de los materiales empleados. Los dibujos, realizados sobre papel con acuarela, lápiz o guache, tienen también una gran riqueza técnica y expresiva. La colección se gestó a través de los contactos que Dalí mantuvo con The Owen Cheatham Foundation, una prestigiosa institución norteamericana creada en 1934. Esta entidad cedía la colección de joyas a diversas entidades benéficas, educativas y culturales para que las creaciones dalinianas les ayudaran a recolectar fondos para sus campañas. Posteriormente, la colección fue vendida, sucesivamente, a otras tres entidades japonesas, la última de las cuales es la que ha cerrado el trato con la Fundación Gala-Salvador Dalí. El carácter itinerante de la colección la ha hecho muy famosa y ha facilitado que se haya podido contemplar en todo el mundo. La muestra fue expuesta durante el verano de 1973 en el Teatro-Museo Dalí de Figueres, justo un año antes de la inauguración oficial del centro. Entre las obras más famosas de la colección destacan Labios rubí (1949), El ojo del tiempo (1949), El corazón real (1953) y El elefante del espacio (1961). Fuentes de la fundación admitieron ayer que la negociación con la entidad japonesa ha sido "larga, cauta y rigurosa". Las piezas de la colección todavía no han llegado al museo, que confía realizar próximamente una presentación pública. El museo prevé exponer cada pieza junto al dibujo que sirvió de base al orfebre. La compra más cara realizada hasta ahora por la fundación había sido el cuadro La apoteosis del dólar, por el que se pagaron más de 200 millones de pesetas.

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