UGT y CC OO denuncian "graves irregularidades" en la oficina de extranjeros
Graves retrasos en la tramitación de los permisos de residencia y trabajo, colas interminables para presentar papeles, cambios arbitrarios en la documentación que debe presentar el inmigrante. Son algunos de los ejemplos que los sindicatos CC OO y UGT han expuesto en un documento conjunto en el que denuncian "graves irregularidades" en la Oficina de Extranjeros de Barcelona. La Subdelegación del Gobierno reconoce "acumulación de trabajo".
La Oficina de Extranjeros de la Subdelegación del Gobierno en Barcelona es la encargada en la provincia de los expedientes de los inmigrantes no comunitarios que desean trabajar y residir en España. En los últimos meses, esta dependencia ha visto desbordada su actividad. Los recientes datos del contingente de 1999 así lo indican: Barcelona ha contabilizado 14.675 solicitudes de trabajo y residencia, un 74% más que el año pasado. La acumulación de expedientes no ha ido acompañada de nuevos funcionarios hasta hace tres semanas, cuando la Subdelegación del Gobierno decidió contratar, de forma eventual, a 25 trabajadores. El objetivo es regularizar en tres meses la situación de la Oficina de Extranjeros de Barcelona, que hoy está entre las más lentas y colapsadas de toda España. Pero la denuncia de UGT y CC OO va más allá de los retrasos en las tramitaciones del contingente de 1999, para el que el Gobierno aprobó 4.720 autorizaciones y cuyo plazo de presentación de solicitudes expiró el pasado 23 de abril. Ambos sindicatos, que ayudan a muchos extranjeros a regularizar su situación, han detectado que "el funcionamiento y trato en la Oficina de Extranjeros de Barcelona se ha deteriorado hasta límites insoportables". El capítulo de agravios es largo. Los sindicatos evalúan los retrasos entre ocho meses y un año en los expedientes, los más dilatados en las exenciones de visado, permisos de residencia del régimen general, en las autorizaciones a las reagrupaciones familiares y en los permisos de residencia y trabajo de tipo excepcional. En el caso de la demora de las tarjetas de residencia sin trabajo, los problemas legales que se derivan son varios: imposibilidad de que el inmigrante pueda ser inscrito en la cartilla de la Seguridad Social del familiar que pide la reagrupación, quedando formalmente sin asistencia sanitaria; no poder optar a ningún puesto de trabajo; y dificultades para que disfrute de los programas de formación y adaptación social que realiza el Ayuntamiento. En la renovación de los permisos de residencia y trabajo, los sindicatos aseguran que en algunas oficinas de la Seguridad Social se niegan a dar de alta a los trabajadores que sólo cuentan con el resguardo de la solicitud de renovación, documento que tampoco le sirve al extracomunitario para poder viajar a su país de vacaciones o a ver a su familia. En su regreso, dicho resguardo no es suficiente para volver a pasar la frontera. El documento de UGT y CC OO también denuncia que la Subdelegación del Gobierno en Barcelona "cambie las normas y los impresos sin previo aviso ni a los inmigrantes ni a las entidades que los atienden", lo que provoca nuevas demoras. Como ejemplo citan que la subdelegación haya incrementado a cinco millones de pesetas el salario mínimo del empleador que ofrezca un trabajo de servicio doméstico a un inmigrante, en lugar de los 3,5 millones que se exigen en el resto del Estado. Esta cuestión fue negada ayer por técnicos de la Oficina de Extranjeros, aunque sí se reconoció una consulta al Ministerio de Trabajo para elevar dicha cantidad a 4,5 millones, "y así evitar una proliferación de falsos contratos". UGT y CC OO piden una entrevista urgente con la delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García-Valdecasas.
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