Chaves desafía al Gobierno a tener terminado el AVE a Málaga antes del 2006

El presidente de la Junta, Manuel Chaves, retó ayer al Gobierno central a que dé un nuevo paso adelante en su compromiso con el AVE Córdoba-Málaga, del que dijo que "tiene que estar terminado antes del 2006". Ese año expira el nuevo marco de apoyo comunitario y la Junta insiste en que si no hay financiación europea "es ingenuo" pensar que se realizará. Chaves recordó que cuesta 200.000 millones y de momento sólo hay comprometidos 1.075.

"¿Dónde están los otros 200.000 millones de pesetas?". Esa es la respuesta que la Junta quiere sacarle al Gobierno y, según Chaves, insistirá en ella y mantendrá una batalla "fuerte, legal, política" con el objetivo último de que en el 2006 circule el tren. El Gobierno acaba de sacar a licitación los seis primeros subtramos entre Córdoba y Bobadilla por un importe de 1.075 millones, pero Chaves insiste en que es necesaria una programación global. Según la Junta, el Gobierno debería decir antes de que acabe la presente campaña electoral si va a programar el AVE a Málaga en los fondos de cohesión o en los estructurales, y si no es así, qué partidas de los Presupuestos Generales del Estado va a haber cada uno de estos años. Chaves recordó una vez más que la Junta ya ha informado en varias ocasiones al Gobierno que participará en la financiación del proyecto (entre el 15% y el 25% del total que presumiblemente no cubrirían los fondos comunitarios) y que hay disposición de inversores privados, aunque éstos sí estarían condicionados a la existencia de fondos europeos. "De momento sólo tenemos proyecto sobre proyecto", lamentó Chaves, quien criticó que "el Gobierno y el PP se montaron en el carro del AVE por razones electoralistas y no porque estén convencidos de su absoluta necesidad por su rentabilidad, por la importancia de la poblaMálaga". El presidente de la Junta hizo ayer campaña electoral en las dos principales ciudades que gobierna el clan Gil, Marbella y Estepona, y auguró contra todos los pronósticos un claro descenso del Grupo Independiente Liberal. Y lo hizo con dos argumentos: los ciudadanos se pensarán mucho si votar a un alcalde procesado y rechazarán sus métodos "que permiten que el Ayuntamiento se ponga al servicio de una familia y de unos pocos". "A pesar de que se está buscando otras ciudades donde inflarlo, falta poco para que el globo de Gil se pinche, porque un grupo no puede tener a todo el mundo engañado durante mucho tiempo" dijo Manuel Chaves. "Vamos a combatir que en un terreno tan importante para el desarrollo económico de Andalucía puedan existir gobernantes que mezclan y confunden el interés público con sus intereses privados", concluyó el presidente. Chaves, que pudo celebrar su mitin en Estepona pese a que la Policía Local impidió el despliegue de sillas y material, negó rotundamente que haya llegado a un acuerdo contra Gil con el vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, tal y como ha denunciado el alcalde de Marbella. "Nunca se me va a ocurrir pactar con el PP" y recordó que el único pacto en Málaga fue el suscrito entre el GIL y el PP para que los populares se hicieran con la presidencia de la Diputación. De otro lado, la diputada del PSOE por Cádiz, Carmen Romero, que hizo campaña en Málaga cuestionó que los populares "vivan de lo que sembró el Gobierno socialista" y citó como ejemplos los proyectos acometidos en la ciudad gobernada por Celia Villalobos con fondos europeos de los planes Urban y Pomal: "Las grandes obras de insfraestructura se han hecho gracias al trabajo de gobiernos anteriores y a que la Junta está sacando a Málaga del atraso". Romero acusó al PP de "consolidar a familias enteras" en sus listas al Parlamento europeo y desgranó las vinculaciones familiares de los candidatos: la hermana de Loyola de Palacio, el hijo de Marcelino Oreja y la hija de Manuel Fraga. "Ahora, el PP llama a ese comportamiento, en lugar de enchufismo, calidad y competencia", ironizó.