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ELECCIONES 13-J

IU acusa al PP de cambiar el Día de Murcia para que coincida con su mitin

Lo había dicho Julio Anguita, coordinador general de IU, en varias ocasiones. Y ayer en Murcia, los hechos le dieron la razón. PSOE y PP "han convertido la campaña electoral en un circo, en una feria a la americana", decía Anguita. En Murcia, además, según denunció el aspirante a la presidencia regional, Joaquín Dólera, el espectáculo del PP se paga con dinero público. Tres días se ha adelantado el Día de la Región de Murcia para que coincidiera con el acto central de la campaña electoral del PP.

Anoche Murcia se vistió de fiesta, que se dice. Fue lo que Joaquín Dólera llamó "espectáculo de luz y sonido pagado con dinero público. Un acto a mayor honra y gloria del PP". Y es que anoche se celebraron los fastos del Día de la Región. ¿Quién puede criticar que coincidieran -cosas que ocurren- con el mitin central de la campaña electoral murciana? Pues Izquierda Unida.Y es que IU asegura que las coincidencias no existen y que ni siquiera se han guardado las formas: "El Día de la Región es el próximo día 9, pero se ha decidido trasladarlo a esta noche (por ayer) para que se confundiera con el acto del PP". Entre la confusión siempre se puede pillar algo.

A Julio Anguita no le habrá asombrado. Escuchó en silencio y con una media sonrisa la denuncia de sus compañeros. Él ya ha advertido que los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, tienen tendencia a la charanga, "a convertir las campañas electorales en una operación de márketing, en una feria a la americana, sin reflexión, sin calma. Sólo con el insulto como única arma".

Él prefiere reflexionar con quienes acuden a sus actos. Sus reflexiones siguen girando en torno a Europa y la guerra de Yugoslavia. Y, aunque es verdad que huye del insulto grueso, a veces se les escapan cosas como que Javier Solana es la "pústula de la enfermedad que afecta a Europa, sin proyecto ni política exterior". Pero de Europa habla también para referirse al lino, a las ayudas comunitarias, al proyecto que sí tiene IU. Un proyecto que ayer explicó el candidato europeo Pedro Marset.

La propuesta de paz para Yugoslavia tampoco ha modificado su discurso. Anguita está convencido de que la OTAN está poniendo al pueblo serbio tantas condiciones y tan duras que no podrá aceptarlas. "Buscan", advierte, "que la gente rechace las propuestas de paz para así poder seguir con los bombardeos". Está convencido de que los Estados Unidos de América no quieren los Estados unidos de Europa que anunciara Víctor Hugo.

En su ayuda, Anguita llama a Henry Kissinger y su artículo aparecido recientemente en un periódico nacional en el que critica la intervención de la OTAN en Yugoslavia. Y ahora incorpora al general Charles de Gaulle y a Konrad Adenauer: "¡Pronto permitirían ellos que los americanos les dijesen cómo tiene que ser y qué se tiene que hacer en Europa", clama indignado por el ardor europeísta. Y añade refiriéndose a los actuales mandatarios de la Unión Europea: "Pero éstos de hoy no tienen ni dignidad, ni ética, ni nada".

Está Anguita en tierra de huerta, que sabe lo que son las subvenciones agrícolas. Como el alcalde de Zalamea, habla - "con muchísimo respeto"- de la Duquesa de Alba y se lamenta: "¡Ay!, qué pasaría si un día los agricultores supieran que el 80% de las ayudas comunitarias se lo lleva el 20% de los agricultores. ¡Ay!, qué pasaría si supieran que la excelentísima Duquesa de Alba se lleva un pastón en subvenciones europeas, que ella y la Reina de Inglaterra se llevan sumas importantísimas en ayudas de la Comunidad". No dio la respuesta y, a diferencia de Pedro Crespo, tampoco pidió más para la aristócrata. Un detalle.

Pero parece que Anguita clama en el desierto. Las encuestas siguen siéndole adversas. Malditas encuestas, aunque él no crea en sus previsiones. Porque no habla de ellas. No las analiza. Sólo hace ver que las encuestas están hechas para influir en el votante. Están hechas para desviar el voto. No se trata del voto útil. Anguita lo aclara: "Yo no estoy en contra del voto útil. Depende de que sea útil y de para quién".

En los últimos mítines, Anguita está haciendo gala de un humor socarrón y hasta cáustico. Dice que se trata de la sorna andaluza. Si él lo dice... Pero es un humor con su punto de veneno. Cuando pide, por ejemplo, el voto a los sindicalistas y trabajadores: "Qué tiempos éstos en los que uno ha de pedir el voto a los sindicalistas... Pero, así es. Tengo que pedir una cosa tan obvia. Reclamar algo que tendría que venir por sí mismo. Ya digo, cómo están los tiempos", se lamenta. "Y que conste", añade, "que ésta es la única fuerza que ha estado con vosotros, en la calle, a vuestro lado".

El voto de los periodistas

Bromea también con el "voto de los intelectuales". Pero es un amargo bromear. Les recuerda que la inteligencia ha estado siempre contra el poder, que siempre ha estado con el pueblo, contra la guerra. "¿En qué pensáis ahora?", les pregunta. Reclama el voto de los demócratas, de los que dijeron no a la OTAN, de los abstencionistas. Y, el otro día, se lo pidió a los periodistas que seguían su intervención: "Y vosotros también, compañeros periodistas, vosotros, mal pagados, con contratos precarios, vosotros manipulados por vuestros jefes, ¿qué libertad tenéis? ¿Qué vais a hacer? ¿A quién vais a votar? Votad a IU, que podéis hacerlo sin que os vean". Los compañeros periodistas tomaban nota sin levantar, ni por un momento, la vista del cuaderno.Porque para Anguita todo es el pueblo. Dice: "Somos la gente que ha luchado por la libertad. Somos la gente que nunca claudicó. Ése es nuestro orgullo, nuestro timbre de honor, nuestra dignidad". Casi las mismas palabras que cierran el bellísimo libro Las uvas de la ira: "No podrán nunca con nosotros. No podrán destruirnos. Somos el pueblo".

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