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Reportaje:

Escuelas autosuficientes

El aprovechamiento de la energía solar era casi una curiosidad científica cuando, en la década de los setenta, el mundo se tambaleó con la famosa crisis del petróleo. En pocos años la investigación sobre energías alternativas experimentó un impulso que solo cabía atribuir a la urgencia por encontrar recursos alternativos a los hidrocarburos. En ese contexto nació la Plataforma Solar de Almería (PSA), situada en el municipio de Tabernas, un centro de investigación pionero en el que científicos de toda Europa comenzaron a ensayar diferentes métodos que permitieran aprovechar la energía procedente del sol. Desde el punto de vista tecnológico se demostró que podía obtenerse electricidad, ya fuera utilizando sistemas fotovoltaicos o térmicos. El siguiente paso, explica Valeriano Ruiz, catedrático de Termodinámica de la Universidad de Sevilla y presidente del Centro de Nuevas Tecnologías Energéticas (Center), "era probar la rentabilidad comercial de estos nuevos dispositivos, pero entonces el precio del petróleo volvió a bajar y la urgencia por desarrollar estas fuentes alternativas se esfumó". Ahora son otros los argumentos que deberían justificar un nuevo impulso a este tipo de trabajos. Los combustibles fósiles siguen siendo recursos limitados y, sobre todo, sucios. Ya no es su precio o disponibilidad lo único que preocupa, sino el efecto que causan los gases de combustión en la atmósfera y las alteraciones que podría estar acusando el clima debido a las ingentes cantidades de dióxido de carbono que emiten, por ejemplo, las centrales térmicas. Algunos gobiernos han fomentado el uso de paneles solares para la obtención de electricidad o calor. Desde 1993, la Junta de Andalucía viene subvencionando este tipo de instalaciones a través del programa Prosol, gestionado por la Sociedad para el Desarrollo Energético de Andalucía (Sodean). Pero este esfuerzo, que se ha realizado sobre todo a escala doméstica, no es suficiente. Si de verdad se quiere demostrar la viabilidad económica y ambiental de esta energía limpia, y que contribuya de forma apreciable en el balance energético global, habría que empezar a introducirla en la red de abastecimiento convencional. Sería necesario, pues, contar con centrales eléctricas que usaran como combustible el sol, una idea que no es nueva en Andalucía. Hace algunos años se estudió la construcción, en los polígonos industriales de Huelva, de dos plantas de estas características, denominadas Sol-Gas y Colón-Solar, en las que se pretendían combinar las ventajas de un sistema térmico tradicional, alimentado con gas natural, y uno solar de alta temperatura, diseño en el que Valeriano Ruiz, que participó en ambos proyectos, venía trabajando desde comienzos de los años 80. A pesar de que la Unión Europea se mostró decidida a financiar parte de la inversión, y que a ella se sumaron diferentes empresas y organismos nacionales y extranjeros, ninguna de las dos iniciativas prosperó. El presidente del Center ha vuelto a plantear ahora una idea similar. En un llamamiento dirigido tanto a las empresas públicas y privadas como a todo tipo de colectivos, y a los ciudadanos en general, Valeriano Ruiz ha propuesto la construcción de una planta solar de alta temperatura cuyas características están prácticamente ultimadas. La Plataforma Solar de Almería dispone de los terrenos necesarios para ubicar dicha planta, que ocuparía unos 350.000 metros cuadrados y precisaría de una inversión cercana a los 7.000 millones de pesetas. Un millar de espejos móviles (heliostatos) permitirían concentrar la radiación del sol y obtener la temperatura suficiente para producir electricidad. En total se obtendría una potencia de 10 megavatios, suficientes para cubrir las necesidades energéticas anuales, de unas 65.000 familias. Y, lo que es aún más interesante, precisa Ruiz, "la nueva regulación del sector eléctrico, aprobada el pasado mes de diciembre, obliga a las compañías a comprar la energía producida con este tipo de sistemas a un precio de 36 pesetas el kilovatio, lo que en el caso de la planta que proponemos supondría unos ingresos superiores a los 700 millones de pesetas al año". De esta manera, la energía solar se convertiría en una opción atractiva desde el punto de vista comercial. Los interesados en esta propuesta pueden dirigirse a la siguiente dirección de correo electrónico: varuher@esi.us.es.Greenpeace también ha decidido aprovechar los incentivos que la Administración ha dispuesto para la producción de energía solar. Desde 1997 este colectivo coordina la Red de Escuelas Solares, centros educativos que se han mostrado dispuestos a colocar en sus tejados paneles fotovoltaicos que los nutran de electricidad. En total son 35 centros en todo el país, a los que Greenpeace (energia@greenpeace.es) está asesorando para que soliciten a las diferentes administraciones la instalación de los correspondientes dispositivos y puedan, con posterioridad, vender la energía producida a las compañías eléctricas que operen en su zona. En Andalucía se han sumado a esta iniciativa una universidad (Almería), una escuela infantil, ocho institutos y tres colegios.Asimismo, la Junta ha puesto en marcha un proyecto de investigación, en el que participan la Universidad de Córdoba y la asociación ecologista Aedenat, para analizar el rendimiento de los paneles solares térmicos instalados en 740 viviendas del Polígono Guadalquivir, en Córdoba. El objetivo es aprovechar los conocimientos que se extraigan de esta experiencia para aplicarla al resto de las viviendas de promoción pública que se construyan en el futuro. La empresa Abengoa, por su parte, también ha comenzado a diseñar una planta solar de alta temperatura, de características similares a la propuesta desde el Center. Posiblemente se instale en en Sanlúcar la Mayor (Sevilla), y tendrá una potencia de 10 megavatios. Sean cuales sean los promotores, Valeriano Ruiz considera que este tipo de proyectos deben ser cuidadosamente estudiados, "porque los detractores de las energías alternativas están esperando cualquier error de diseño para volver a la carga con el argumento de que no son rentables".

Comentarios y sugerencias a propósito de Crónica en verde pueden remitirse al e-mail: sandoval@arrakis.es

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