Díez y De Palacio se acusan mutuamente de poner en riesgo las subvenciones agrícolas a España
El escándalo de las subvenciones del lino centró ayer el cruce de acusaciones entre los cabezas de lista a las elecciones europeas del PP, Loyola de Palacio, y del PSOE, Rosa Díez, en el primer debate de esta campaña. Ambas se reprocharon poner en peligro las subvenciones agrícolas a España. Díez acusó a la ex ministra de Agricultura de "eludir sus responsabilidades" por el escándalo y achacárselo a "otros" (las comunidades autónomas), "algo a lo que nos tiene acostumbrados el PP". De Palacio replicó que todo es un "montaje electoral del PSOE, un partido que carece de programa y de líder".
Rosa Díez aprovechó el primer debate televisivo, en Tele 5, para denunciar a Loyola De Palacio por rehuir sistemáticamente el cara a cara con la candidata socialista. De Palacio no necesitó responder. Lo hicieron los representantes de los demás partidos por ella: Alonso Puerta, de Izquierda Unida (IU); Pere Esteve, de Convergencia i Unió (CiU), y Josu Ortuondo, del PNV. Todos ellos reivindicaron la representatividad de sus formaciones políticas, así como la necesidad de que los debates sean plurales.Fue en el debate sobre las subvenciones del lino, en el que la candidata socialista logró el cara a cara con la ex ministra popular de Agricultura, donde la discusción adquirió mayor tensión. La ex ministra mantuvo hacia su rival un trato despectivo a lo largo del debate.
Cazaprimas
"Usted no sabe de Agricultura". "A usted le han pasado mal los papeles", le increpaba reiteradamente De Palacio a Díez desde el comienzo del debate. Al entrar en la discusión sobre las subvenciones del lino, la candidata socialista se tomó la revancha: "Si saber de Agricultura es permitir el montaje de una red de cazaprimas en su ministerio, prefiero no saber". "Usted está poniendo en riesgo las subvenciones a los agricultores españoles al no admitir su responsabilidad", remachó.Esta intervención de Rosa Díez hizo perder la compostura a De Palacio, que había tratado a lo largo del debate de mantener un tono institucional, con constantes alusiones a los logros agrícolas del Gobierno. "Ustedes han montado una campaña de desprestigio porque se han quedado sin programa y hasta sin líder", replicó alterada De Palacio.
La candidata socialista reprochó a la ex ministra "haber puesto en peligro las subvenciones agrícolas a España por no haber actuado a tiempo cuando le avisaron de la existencia de los cazaprimas el 12 de julio de 1997".
De Palacio trasladó las responsabilidades a las comunidades autónomas. "A ellas les corresponde la gestión, control y pago". La candidata del PP afinó más y acusó a la Junta de Castilla La Mancha, gobernada por el socialista José Bono, de "falta de respeto" por "no haber enviado ni una comunicación oficial a los afectados para saber qué es lo que han hecho mal".
Esta ausencia de notificación fue aprovechada por De Palacio para acusar al PSOE de haber hecho un "montaje electoral" con las subvenciones del lino y de producir un "daño irreparable" a los agricultores.
Díez devolvió la responsabilidad a la ex ministra y sus colaboradores. "Suyos son los altos cargos que han dimitido. A usted le han abierto una investigación en la Comunidad Europea. El problema es que ustedes, los del PP, no asumen responsabilidades y siguen echando la culpa de lo que hacen a los otros".
La candidata socialista rebajó la tensión con una andanada que remató son sorna. "Si hay un problema en los aeropuertos, la culpa la tienen los viajeros. Menos mal que no va a ser ministra en Europa porque entonces hubiera echado la culpa de las dioxinas a los pollos por no haber cuidado la dieta..."
La candidata del PP, enfadada nuevamente, negó rotundamente que se le hubiera abierto a ella un expediente. "Es a Castilla-La Mancha", dijo airada. Aprovechó la intervención del candidato de CiU, Pere Esteve, que glosó el "buen funcionamiento" de las empresas del lino en Cataluña, para insistir que "en las comunidades, como la catalana, donde existen controles, no hay problemas, al contrario de lo que sucede en Castilla-La Mancha".
Y remató su intervención, con una acusación de "irresponsabilidad" al PSOE por la carta enviada por un europarlamentario de este partido a Bruselas , en "una lamentable campaña de desprestigio" contra ella, "sembrando una sombra de duda".
Los candidatos de los demás partidos mantuvieron una actitud distante en esta parte del debate. Alonso Puerta, de IU, lapidario, afirmó que en las instituciones europeas se tiene la impresión de que "España ya le va a a la zaga a Italia en el tema de la corrupción".
Pere Esteve, de CiU, acusó al PP y al PSOE de "irresponsabilidad" por "encender el debate" sobre las subvenciones del lino ya que contribuye a "desprestigiar y a arriesgar la política de ayudas agrícolas". Josu Ortuondo, del PNV, suscribió la intervención de Esteve.
La guerra en Yugoslavia
El debate sobre la intervención de la OTAN en Yugoslavia no tuvo el apasionamiento que generó el de las subvenciones al lino. Los candidatos rivalizaron en insultar al presidente yugoslavo Slobodan Milosevic. De Palacio le calificó de "Hitler" y "chulo" y Díez le calificó de "genocida". También hubo críticas generalizadas a la reacción tardía de las instituciones europeas frente al genocidio que los líderes políticos serbios practican en los Balcanes desde hace años."Si el 25% del tiempo que Europa ha dedicado a discutir sobre economía, se hubiese dedicado a este problema, es posible que se hubiese evitado la guerra", dijo Rosa Díez. Todos los candidatos coincidieron en la necesidad de potenciar las instituciones políticas europeas.
Pero la candidata socialista y el de CiU aprovecharon el debate sobre la guerra para censurar al presidente del Gobierno, José María Aznar. "Con Aznar, hay un déficit democrático. Ha evitado el debate en el Parlamento y ha aprovechado la guerra para hacerse un montón de fotos", dijo Díez, que pidió al presidente del Gobierno que "se retrate con las ONG a las que debe 8.000 millones de pesetas".
Esteve y Ortuondo criticaron al PP y al PSOE de "perder el tiempo" al "dedicarse a relacionar la guerra con los nacionalistas, utilizando las máximas descalificaciones".
