El PP se conforma con revalidar en las europeas la exigua victoria de Aznar en las generales de 1996

El PP se contenta ahora con "consolidar" en las elecciones europeas del 13 de junio, las únicas convocadas de ámbito nacional, el exiguo resultado obtenido por José María Aznar en las generales de 1996. La dirección del PP asume como algo imposible la repetición del histórico triunfo alcanzado en las europeas de 1994, en plena cosecha de escándalos del PSOE, y que les distanció de los socialistas en casi 10 puntos. La agridulce victoria de Aznar sobre Felipe González hace tres años por menos de 300.000 votos (1,16%) sería considerada ahora un "éxito". El PP rebaja así sus pretensiones con la intención de movilizar a su electorado, y en general a los votantes de centro, para contrarrestar el teórico triunfo que anticipan las encuestas y amortiguar el más que posible trasvase de votos de IU hacia el PSOE. En 1994 el PP recaudó el 40,6% de los votos, el PSOE el 31,1% e IU subió hasta el 13,6%. Los objetivos ahora parecen mucho más modestos. El secretario general del PP, Javier Arenas, reveló ayer en Vigo ante unas 1.200 personas que sería un "éxito ser la primera fuerza política en las tres elecciones" en disputa: municipales, autonómicas y europeas. En el terreno municipal y autonómico, Arenas completó esa meta con su intención de "reafirmar las mayorías" donde el PP ganó en 1995 y optar a la victoria donde no fue así. Admitió que en el PP manejan encuestas propias y ajenas que les conceden tanto cortas diferencias de tres puntos como otras más amplias de ocho.La cúpula del PP intentaría vender públicamente como un gran éxito que en la batalla entre la cabeza de lista popular, Loyola de Palacio, y la socialista Rosa Díez, se pudiera reafirmar una victoria similar a la recabada en las generales de 1996 por Aznar contra González. En la dirección del PP ofrecen dos explicaciones para justificar esta presumible victoria tan corta, sobre todo después de pregonar durante tres años que "España va tan bien" y constatar que a los socialistas difícilmente le podrían surgir más problemas juntos: la desmovilización de su electorado y la "la recomposición del espacio político de izquierdas", en palabras de Arenas, ya que el PP aventura que IU no no repetirá su gran resultado de 1994.

Arenas desechó que la campaña dura del PSOE hacia varios dirigentes del PP, y en especial contra Loyola de Palacio, les vaya a reportar algún beneficio y cree las constantes irrupciones de González en su campaña les perjudicarán. Aludió a una entrevista de González en el diario Abc en la que se quejaba de la desmembración de España, para pedirle que se ocupe más de explicar qué hace su partido pactando con una formación independentista en Ibiza con Esquerra Republicana y llegando a acuerdos para aliarse tras los comicios en Galicia con el BNG.