"El PP ha endurecido la ciudad"
La candidata socialista a la alcaldía de Valencia asegura que el gobierno municipal, del PP ha creado, mediante un urbanismo "descontrolado", una ciudad "dura", insolidaria y falta de ilusión. Pregunta. ¿Por qué se presenta? Respuesta. Porque así lo decidieron los socialistas de la ciudad de Valencia y porque creo que puedo propiciar un buen cambio de ilusión y dar un empuje a esta ciudad. P. ¿Cree que puede convencer a un electorado desilusinado con los socialistas de que su oferta no es la de un partido dividido? R. Lo creo, porque la gente, el votante del PSOE, supo entender el proceso de apertura que las primarias iniciaban y sabe que en Valencia tanto la organización como la candidata representamos ese proceso de apertura que queremos. P. ¿Se siente algo huérfana tras la renuncia de Borrell, al que usted apoyó públicamente? R. No. Borrell era un proyecto, no una persona. Borrell es un amigo, es un colaborador, la persona que entre muchos escogimos para llevar adelante un proyecto, que sigue, y todos los que creíamos en ese proyecto, es decir, la mayoría del partido, siguen ahí. Estoy entristecida por su marcha. P. ¿Cómo se mantiene el tipo para venderse todos los días como futura alcaldesa cuando las posibilidades son escasas? R. Dudo de que las posibilidades sean muy escasas. Nunca en las elecciones está todo dicho de antemano y siempre puede haber sorpresas. ¿Cómo aguanto todos los días en una tarea que efectivamente es agotadora? Pues con mucha convicción, porque estoy absolutamente convencida de las propuestas que estamos realizando a la ciudad de Valencia, porque veo además el trabajo y el calor de los hombres y mujeres que me acompañan y porque todos los minutos del día lo hago con una ilusión absoluta. P. ¿Cuál sería la primera medida que adoptaría como alcaldesa? R. Hay muchas, pero la primera sería dotar al Ayuntamiento de más democracia política y social propiciando que la comisión de Gobierno fuera plural; que sus cuentas fueran fiscalizadas por la Sindicatura, y que se hicieran debates abiertos y participativos con los agentes sociales con el fin de que exista verdadera democracia municipal. P. ¿Cuál es su diagnóstico del estado de la ciudad? R. Se resume en tres cuestiones. La primera, un urbanismo que ha crecido de una manera ilimitada, atendiendo más al negocio que al bienestar general, descontrolado, especulativo. El urbanismo del PP ha endurecido la ciudad, genera una ciudad difícil, con poco lugar para el paseo y el disfrute, para las zonas verdes, los servicios. En segundo lugar, un trato desigual a los barrios y eso es algo que hay que combatir porque todos los ciudadanos han de ser iguales ante la Administración. Se han descompensado las inversiones en los barrios, que necesitan aparcamientos, polideportivos, casas de cultura, bibliotecas, colegios, institutos, centros de salud, jardines. Y en tercer lugar, una de las cosas que más me preocupan: echo de menos la ilusión, la creatividad, el empuje que los valencianos han tenido siempre en tres áreas fundamentales: la empresa, el comercio y la cultura. P. ¿Qué le sobra a la ciudad de Valencia? R. Le sobra apatía, le sobra desilusión, le sobra también sectarismo y autoritarismo del gobierno municipal que se ejerce en el mundo de la cultura, en el de la participación. P. ¿Y físicamente? R. ¿En lo que podemos ver? Yo diría más bien qué le falta, porque le faltan muchas cosas. Le faltan todos los elementos que hacen que la ciudad sea habitable y le falta todo lo que no se ha venido generando por parte del PP durante estos años en la concepción del urbanismo en la ciudad. Le faltan los proyectos que aúnan los barrios. Y le sobra mucho tráfico privado, le sobra mobiliario urbano, le sobra hierro, le sobra ruido. Es una ciudad muy dura en ese sentido. P. Algo habrá hecho bien el PP. R. Sí, siempre se hace algo, siempre se hacen cosas bien. Cuando se gobierna ocho años, hay cosas que se hacen bien y la democracia está en reconocerlo. Yo he echado muchas veces de menos que el PP tuviera la grandeza de reconocer cuando la oposición hace buenas propuestas. Hace días inaugurábamos el museo de Ciencias Naturales, que se ha hecho en el mandato de Rita Barberá, aunque la propuesta la hizo la oposición en 1995 y fue votada en contra por el PP, que luego cambió de opinión. Hay veces que se suman los esfuerzos y las cosas salen. Está el Palacio de Congresos, también se ha seguido con el Metro. Lo que yo no he notado en Rita Barberá es que tuviera su propio modelo de ciudad. Van saliendo cosas que estaban pendientes. Pero quedan muchas por hacer. Y la pregunta es: ¿se ha hecho todo lo que se tenía que hacer por esta ciudad con los presupuestos en la mano? Pues no. Un gran error en mi opinión es el III Milenio. Esos 1.200 millones se podrían haber invertido en las siete casas de cultura que esta ciudad necesita. P. ¿Cómo resolvería Ana Noguera el problema del tráfico? R. No como lo está haciendo el PP, que es en la línea contraria, porque aquí ha habido un aumento del caos en el tráfico, y eso sí que se ha notado. Hay una serie de medidas, como recuperar espacios viarios para peatones en el centro con la construcción de aparcamientos, potenciando el transporte público como corresponde. Y respecto al tráfico privado, apostamos por túneles pero reservando la parte de arriba para los ciudadanos, no para hacer un sándwich de tráfico. P. ¿Cómo se puede recuperar el protagonismo perdido de los ciudadanos en la vida municipal? R. Con cuatro medidas: la discusión del presupuesto en las juntas municipales; un debate sobre la ciudad todos los años, que ahora no tenemos; la creación de un consejo asesor del Ayuntamiento con la implicación de todos los agentes sociales; y la relación directa de controles municipales con los ciudadanos.
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