La prudencia y la moderación del popular
Hace cuatro años fue el gran desconocido. Pere Calbó, quien entonces tenía 25 años, concurría por primera vez a unas elecciones con la responsabilidad añadida de lograr representación para el Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de Igualada (Anoia), ciudad que tradicionalmente se había resistido a los populares. El PP estaba en auge y los igualadinos apostaron por sus caras jóvenes. Calbó, hasta entonces desconocido, "sobrevivió" a la campaña electoral con la prudencia y la moderación de su discurso. Pese a haber vivido gran parte de su vida en Igualada, se le achacó un importante desarraigo de su ciudad, en una confrontación que considera normal. "Querían un ataque personal y no tenían otros argumentos. La incapacidad de ciertos sectores para explicar su programa y el miedo a unos buenos resultados del PP me convirtieron en blanco", explica. Los comicios locales no le pudieron ir mejor: por primera vez, los populares entraron por la puerta grande del Consistorio y con dos concejales. Unos resultados que le dieron fuerza suficiente para ser determinante en la composición del gobierno local: un pacto con Convergència i Unió (CiU) convirtió al PP en socio de gobierno con las carteras de Promoción Económica y Medio Ambiente. Calbó tomó las riendas de Promoción Económica. Y, durante cuatro años, ha impulsado proyectos como la creación de un centro de empresas, para fomentar la creación de nuevos negocios, o la reforma del mercado municipal. Tenía cuatro años para demostrar su capacidad de gestión y para darse a conocer y los ha aprovechado. Hoy tiene carta de presentación propia más allá de las siglas del partido: "Nos avala la gestión que hemos realizado y que ha permitido potenciar el comercio local y crear infraestructuras medioambientales. Hemos demostrado que cumplimos los planteamientos de nuestro programa." Alardea de haber aportado estabilidad en el gobierno municipal, lo que ha permitido desarrollar proyectos. Insiste en que no ha habido crisis ni confrontación y, en los casos en los que el PP ha discrepado de CiU, lo ha hecho, no para desmarcarse del equipo de gobierno, sino para afianzar su personalidad política. "Simplemente, defendimos los intereses generales de la ciudad y hubo momentos en que los planteamientos del PP no coincidieron con los de CiU e hicimos valer nuestra fuerza. Esto impidió, por ejemplo, que hoy haya una gran superficie comercial en La Pineda y que se construyan pisos en la antigua Nacional II. Si la discrepancia sirve para mejorar, bienvenida sea". Nacido en Barcelona en 1970, a los ocho años se trasladó con sus padres y cuatro hermanos a Igualada, donde acudió a la escuela religiosa del Opus Dei hasta que entró en la universidad, lo que le llevó a vivir en Barcelona. Se licenció en Derecho en la Universidad de Barcelona y fue allí donde entró en contacto con la política. "En la facultad descubrí un partido en proceso de cambio hacia el centro derecha con el que yo tenía una afinidad ideológica. El PP hacía planteamientos no excluyentes aceptando la armonía de sentirte catalán, pero formando parte de un proyecto mucho más amplio. También vi a un partido eficaz en la gestión". En 1991, entró en el PP. Meses más tarde, era nombrado secretario de Nuevas Generaciones de Cataluña y miembro de la ejecutiva estatal del órgano juvenil del PP. En 1995, fue el concejal más joven del Ayuntamiento de Igualada. Aunque hace cuatro años tenía sus primeros contactos con la política municipal, manifiesta sin complejos que la falta de experiencia no les ha marcado: "Incluso lo hemos hecho mejor que otras concejalías. Nuestra gestión ha superado la de otros partidos". Es desde este convencimiento que Pere Calbó afronta unas municipales con una lista renovada, excepto en las dos primeras posiciones. Es hijo de las Nuevas Generaciones y se siente orgulloso de ello: "El PP tiene como filosofía que los jóvenes asuman cuotas de poder reales".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.