"Habrá segunda vuelta y en ella estaré yo"
El soriano Arturo Romero (Pozalmuro, 1946) ya sabe cómo es el sillón de rector, aunque sólo de forma accidental: a él le correspondió ejercer el cargo, de forma accidental, durante los cinco meses que mediaron desde la marcha de Gustavo Villapalos a la Consejería de Educación y Cultura (junio de 1995) hasta la proclamación de Rafael Puyol como nuevo rector. Este catedrático de Ingeniería Química encarnó con su propia candidatura, presentada tres horas antes de que finalizara el plazo, la primera gran sorpresa de la campaña, que se presumía un mano a mano entre Puyol y Carrillo.Pregunta. ¿Por qué se decidió a última hora a participar en esta campaña?
Respuesta. Hubo un grupo de profesores y amigos que así me lo pidió, y pensé que mi obligación era complacerles, aunque no tuviera demasiadas ganas. Ahora me siento arropado por una mínima estructura de trabajo.
P. Ha resultado desconcertante que la progresía no haya consensuado un candidato único frente a Puyol...
R. Yo comprendo que desde fuera puede parecer extraño, pero el posicionamiento ideológico no es el único parámetro por el que se mueven las cosas en el mundo universitario. Mi talante es progresista, desde luego, pero me gusta presentarme como un candidato universitario, sin más apellidos.
P. ¿Ha mejorado la Complutense durante estos cuatro años de mandato de Rafael Puyol?
R. A mí no me gusta hacer balance de los demás. Sé que Puyol presume de haber enjugado la deuda, y no sé si eso es suficiente bagaje. Yo quiero poner el acento en la participación, la mejora de la calidad de la enseñanza y la apertura del mundo universitario a la sociedad.
P. Seguro que en eso están todos de acuerdo.
R. Seré más explícito. El profesorado de la Complutense ha dedicado más tiempo a la investigación que a la docencia. Hace falta promover un gran plan para la calidad docente en el que participen todos los sectores, incluidos los estudiantes. No se trata de coartar la investigación, claro, pero sí de equilibrarla con la docencia y de que ambas estén interrelacionadas.
P. ¿Qué sabe la sociedad madrileña del quehacer diario en una universidad de estas dimensiones?
R. Desgraciadamente, los madrileños no tienen una conciencia clara de qué ocurre en un campus. Es importante que seamos capaces de decir no sólo qué hacemos, sino también qué actitudes adoptamos ante los grandes problemas de la sociedad.
P. Usted fue vicerrector de Investigación durante ocho años con Villapalos. ¿Le ha dado algún consejo?
R. Se ha extendido la idea de que la razón última por la que me presentaba era porque me lo mandaba mi anterior jefe, y eso lo niego por activa y por pasiva. No he hablado con él y no hablaré hasta después de las elecciones para no alimentar suspicacias.
P. ¿Un pronóstico para el día 2?
R. Habrá segunda vuelta y en ella estaré yo.
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