"El equipo de Puyol ha desarrollado una actividad más bien gris"
El segundo hijo del histórico dirigente comunista Santiago Carrillo no estaba muy acostumbrado a la notoriedad pública: estos días ha confesado sin pudor que su única experiencia en conferencias de prensa se remontaba a 1976, con su padre encarcelado. El hoy decano de la Facultad de Matemáticas conserva aún un leve acento francés, propio de aquel París que le vio nacer hace 47 años. Se presenta con el aval de los decanos progresistas, IU, Comisiones Obreras y el Bloque de Estudiantes de Izquierdas, pero el partido en el que milita, el PSOE, parece mirar con más simpatía hacia el lado de Arturo Romero.Pregunta. ¿Le sorprendió la irrupción de un segundo candidato progresista? Respuesta. Sí, porque no entiendo qué espectro pretende cubrir esa candidatura ni qué aporta al debate. En cualquier caso, no creo que la entrada de Romero represente más de 15 o 20 votos en los apoyos para mi candidatura y para la de Puyol.
P. El hecho de ejercer como candidato, ¿implica una cierta complicidad institucional con el hoy candidato y rector en funciones?
R. No, no, ninguna. He tenido que reunirme con él y con sus vicerrectores muchas veces, pero yo nunca he ido a pactar nada al rectorado, sino, en todo caso, a exigir.
P. En cualquier caso, ¿asume que Puyol parte con la etiqueta de favorito?
R. También el presidente Chirac se creía favorito cuando ganaron los socialistas franceses. El rector saliente ha contado con más medios que nosotros, pero hasta el 4 de junio por la noche -porque habrá segunda vuelta, seguro- me ratifico en la idea de que puedo ganar.
P. ¿Qué meritos debe reconocerle a su contrincante?
R. Lo mejor ha sido que haya sacado adelante el reglamento de departamentos, una asignatura pendiente desde hace 15 años. Dicho lo cual, hay que resaltar que la mayor parte de su programa de 1995 se ha incumplido por culpa de un equipo rectoral muy ineficaz. Sus colaboradores más estrechos han desarrollado una actividad más bien gris.
P. Imagínese sentado en el despacho de rectorado. ¿Qué orden daría?
R. La primera, reducir los gastos suntuarios, injustificados, que mantiene esta universidad. No se pueden gastar 100 millones en ese colegio que mantenemos en Harvard, no se pueden seguir transfiriendo partidas a la Fundación General. En gastos inútiles se podrían recortar entre 1.000 y 1.500 millones.
P. ¿Y a qué los destinaría?
R. A cablear todos los edificios del campus y a proyectos de investigación. La Complutense no figura en la clasificación europea de investigaciones, mientras que la de Barcelona ocupa un honroso puesto 30. Eso se debe a que el rector no ha promovido ninguna política en esta dirección.
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