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ELECCIONES 13-J

El disputado voto de A Madroa

En ocasioones, los candidatos se enfrentan con las contradicciones de lo que defienden

A veces, los electores hablan y se enfrentan a los candidatos. Tienen esas cosas. Entonces, lo que sólo es papeleta y voto toma cuerpo y sangre. Y, sobre todo, voz. Y preguntan. Y se quejan. A Alonso Puerta, número uno por Izquierda Unida al Parlamento europeo, le ocurrió eso el otro día. Qué cosas. Iba Alonso Puerta como un pincel: traje verde oliva clarito, camisa a tono, corbata. Alonso Puerta -él mismo lo dice- lleva en esta campaña su uniforme de diputado. En Vigo el autobús electoral emprendió -bendita pericia del conductor- la ascensión al Monte Teis, en A Madroa. Llegaron arriba y ... nada. Ni escenario ni nada. Sólo un automóvil con el más elemental sistema altoparlante: un megáfono de mano.Que no cunda el pánico. Animosamente, Puerta tomó el megáfono, intentó hablar y ... nada. "Aprieta", le decían. "No; si por apretar, que no quede", respondía. Unos veinte paisanos se habían congregado en la cima del monte Teis. De pronto, de entre las callejuelas aldeanas, sale una mujer gritando: "¡A fonte que esta chea de terra! ¡As casas con fendas!". (La fuente que está llena de tierra. Las casas con grietas).

Desconcierto. Y luego, las ex plicaciones: el monte ha sido brutalmente arañado por las excavadoras para construir la Autopista del Atlántico. Tan brutalmente que se han producido derrumbes. Han arrebañado las tierras con tanta ferocidad que se han cegado las fuentes -a fonte chea de terra- y las escorrentías. La autopista, con sus vallas de acero y su asfalto, corta el paso al Teis, un monte comunal. Y lo peor: la autopista se está construyendo con fondos europeos, con fondos Feder.

Puerta explica que quiere verlo. Que quiere contemplar por sí mismo el desastre. Del ataque hace defensa del voto. Y explica cómo hay que tener diputados europeos capaces de luchar porque las cosas se hagan como deben hacerse, de acuerdo con la voluntad de los vecinos.

En la campaña, Alonso Puerta se queja, con buen humor, de que no le recogen sus intervenciones. Pero él sabe que no es verdad. Su queja es más amplia. En el fondo, lamenta que Europa esté tan lejos del ciudadano. Se lamenta de que los medios no hablen de ninguno de los candidatos a la Cámara de Estrasburgo, sean del partido que sean. Que se hable de ellos o como ex miembros del Gobierno -Loyola de Palacio por el PP- o como futuros candidatos presidenciales -Rosa Díez-.

Ayer en Bilbao, después de exponer su proyecto para una Europa social, Puerta ofreció una florida antología sobre la guerra de Yugoslavia. La guerra hace extraños compañeros de cama: Puerta ensalzó a Henry Kissinger por coincidir en uno de estos textos con IU en sus críticas a la intervención de la OTAN. Quién lo hubiera dicho hace nada.

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