Italia crecerá tan sólo un 1% en 1999, según su banco central

El gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, trazó ayer un panorama preocupante de la economía italiana en el discurso anual que cierra la reunión de la asamblea del banco central. En su balance, el primero tras la introducción del euro, Fazio dibujó un país agobiado por el peso de los gastos sociales, donde se registra una preocupante fuga de capitales y en el que la economía, lejos de alcanzar el crecimiento previsto inicialmente (1,5%) en 1999, crecerá apenas un 1%.El gobernador ofreció a los representantes del Gobierno y a las altas instancias del país una serie de recetas de tinte fuertemente liberal para salir del atolladero al que Italia se encamina. Mayor flexibilidad del mercado de trabajo, reforma del sistema de pensiones y reducción de las cargas fiscales fueron los ejes fundamentales de sus propuestas.

Sin aludir a la actual polémica sobre la responsabilidad de Italia en la debilidad del euro, Fazio urgió al Ejecutivo a alcanzar cuanto antes el equilibrio de la balanza de pagos, previsto por el Pacto de Estabilidad Europeo para el 2002. El gobernador italiano subrayó además que deberá hacerlo "sin aumentar los impuestos" y "reduciendo el gasto público".

"Italia pierde pulso frente a las restantes economías comunitarias; el país está jadeante, pese a las potencialidades internas a las que podría recurrir", señaló Fazio, que situó el fenómeno italiano en el contexto de una economía mundial que crecerá tan sólo un 2% este año.