João Carlos de Oliveira, ex plusmarquista mundial de triple salto

Unas 2.000 personas acudieron ayer al cementerio municipal de Pindamonhangaba, en el Estado brasileño de São Paulo, para despedir al ex plusmarquista mundial de triple salto João Carlos de Oliveira, sepultado con honores militares del Ejército brasileño por ser sargento retirado. La multitud se despidió de Oliveira con un prolongado aplauso mientras el féretro descendía a la fosa acompañado por un toque de corneta del Ejército. Oliveira, de 45 años, cumplidos el pasado viernes, y conocido entre sus compatriotas como João do Pulo (João del Salto), falleció en la noche del sábado en el hospital Beneficencia Portuguesa, de São Paulo, a consecuencia de un fallo multiorgánico que le produjo neumonía, hepatitis y cirrosis, tras permanecer bajo cuidados intensivos durante 31 días.João Carlos de Oliveira nació en Pindamonhangaba el 28 de mayo de 1954 y saltó a la fama en los Juegos Panamericanos de 1975, en Ciudad de México, donde impuso la marca mundial de triple salto con 17,89 metros, registro que permaneció imbatible durante 10 años. Oliveira ganó también dos medallas olímpicas de bronce -una en 1976 en Montreal y otra en 1980 en los Juegos de Moscú- y fue tres veces campeón mundial de triple salto, pero su carrera terminó precipitadamente en diciembre de 1981, cuando su automóvil chocó con otro conducido por un chófer borracho que huía de la policía por la noche en dirección contraria. Como consecuencia le fue amputada la pierna derecha. Cuando todo parecía listo para que João do Pulo llegara a lo más alto del podio olímpico, el gravísimo accidente le impidió competir en los Juegos de Los Ángeles, tres años después, y le obligó a retirarse de las pistas. Como consecuencia de la pérdida de la pierna, De Oliviera cayó en profundas depresiones, de las que sólo salía cuando era animado a acercarse al deporte, como entrenador o como eventual miembro del equipo paralímpico brasileño, que nunca llegó a integrar. En 1986 y 1990 fue elegido diputado de la Asamblea de São Paulo, pero desde que cesó en el cargo vivía de una pensión de unas cien mil pesetas mensuales.

Las depresiones fueron minando su salud y provocándole serios problemas económicos, que afrontó con distintos empleos en los que no logró mantenerse debido a sus desequilibrios emocionales. João Carlos de Oliveira fue ingresado el pasado 28 de abril en el hospital Beneficencia Portuguesa de São Paulo, su ciudad natal, presentando problemas pulmonares, gástricos y hepatitis B y C. Su estado se agravó con la aparición de una grave hemorragia intestinal y un cuadro general de "inestabilidad hemodinámica", hasta que el pasado jueves cayó en estado de coma profundo.-