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FÚTBOL 36ª jornada de Liga

Denilson pone la manteca al tostón

El Betis venció en un partido insulso y tremendamente aburrido al Valladolid

La cosa se vendió como el partido de la revancha, después de que Manuel Ruiz de Lopera ganara hace cuatro meses los tres puntos que perdió su equipo en en el Nuevo Zorilla, gracias a una pifia de Sergio Kresic, que alineó a cinco no comunitarios. Sin embargo, lo de la revancha se quedó en la épica de algunas plumas ávidas y los futbolistas, que son unos profesionales, decidieron que si ninguno de los dos equipos se jugaba nada, para que iban a jugar ellos. Lo dicho unos profesionales. Ahorro de esfuerzo y catarata de bostezos entre los aficionados que pagan su profesionalidad.Los dos equipos se plantaron en el campo con pocas ganas, pero algo de oficio. El Valladolid se limitó a colocarse bien en el campo y a colocarse bien en el campo. Todo lo demás, sería un exceso ahora que tan cerca está la playa. El debutante Orlando lo intento por la banda derecha del ataque de su equipo y poco después del minuto 10 le envió un buen centro al Klimowicz, aunque el argentino se lió con la pelota entre las piernas y dejó que se la arrebatara Merino en una acción muscular. El resto del tiempo, bien colocaditos con Lozano y Vizcaíno intentando moverla, pero parecía que no tenían ni ganas.

BETIS 2

VALLADOLID 0Betis: Valerio; Merino, Filipescu, Olías, Luis Fernández; Finidi, Cañas, Alexis (Ito, min. 46), Benjamín (Denilson, min. 46); Gálvez (Juan Jesús, min. 65) y Oli. Valladolid: César; Santamaría, Julio César, García Calvo, Marcos; Orlando, Lozano, Vizcaíno, Chema (Gutiérrez, min. 79); Caminero (Emilio, min. 73); Klimowicz (Alberto, min. 73). Goles: 1-0. M. 28. Gálvez engatilla un gran tiro que se cuela por la escuadra. 2-0. M. 64. Finidi de penalti. Árbitro: Pérez Lasa que amonestó a Caminero, Oli, Marcos, Orlando y Lozano, que fue expulsado tras ver dos tarjetas amarillas. Unos 30.000 espectadores en el Benito Villamarín.

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En el Betis, Alexis desaprovechó una oportunidad para ejercer de líder y no encontró su sitio, se puso muy atrás, donde su juego chocaba con el de Filipescu. El rumano, aunque en labores de central, casi nunca veía a Alexis para el pase y prefería el pelotazo largo a la banda derecha, en donde Finidi (al que sólo le faltaba la sombrilla para que la gente se diera cuenta de que realmente lo que está es de vacaciones) aprovechó muy pocos.

En la banda izquierda, Benjamín demostraba ante su antiguo equipo que se la ha olvidado todo lo que hacía tan bien en Valladolid y que ahora juega como en el patio del colegio, siguiendo al que tiene la pelota y despreciando la banda. La mina de tanto buen fútbol.

Gálvez marcó un gran gol para celebrar su estado de forma y la afición dio dos palmadas entre cabezadas.

Tras el descanso, el Valladolid no cambió nada, como si lo estuviera haciendo bien. Pero como no lo hacía, todo hace suponer que le importaba un guano el partido. En el Betis, sin embargo, salió Denilson, que redescubrió la banda izquierda (la pierna derecha la tiene para apoyarse y no ha dado ni la primera lección de chut a gol, pero cerca de la cal hace daño). Dos taconazos, un par de regates y un penalti recibido le bastaron al público para darse cuenta de que realmente estaban en un espectáculo. En este deporte colectivo, pero salpimentado por los individuos, Denilson nos recordó que el fútbol como entretenimiento -y no tostón- existe). Todo lo contrario de Caminero, que le pasa lo que a algunas cupletistas que se empecinan en no retirarse y de las que que sólo cabe decir "que guapa era".

El Betis ganó y el Valladolid perdió. Es muy difícil contar algo más, porque no hubo.

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