Fomento introducirá más medidas de seguridad en el nuevo túnel de Vielha

Los últimos accidentes ocurridos en el interior de los túneles de Mont Blanc y Austria han hecho que el Ministerio de Fomento plantee importantes modificaciones en el proyecto inicial del desdoblamiento del túnel de Vielha para incluir nuevas medidas de seguridad que garanticen la rápida evacuación de personas en caso de incendio o accidente, según anunció el jefe de Carreteras del Estado en Lleida, Vicenç Vilanova.

Se trata de importantes modificaciones en el proyecto inicial del desdoblamiento del túnel de Vielha. Incluyen nuevas medidas de seguridad que persiguen garantizar la rápida evacuación de personas en caso de incendio o accidente, según anunció el jefe de Carreteras del Estado en Lleida, Vicenç Vilanova. Con el objetivo de garantizar la seguridad de las personas en caso de accidente, el antiguo túnel que ahora da acceso por la nacional 230 al valle de Aran y que fue construido hace 50 años, se destinará a galería de evacuación de personas, ya que el Gobierno obliga a partir de ahora a construir vías paralelas a los túneles para estos casos. Además, también se desviarán por esta vía la veintena de camiones cargados con materias peligrosas que diariamente circulan por esta carretera así como los rebaños de ganado que la atraviesan durante la época de la trashumancia. El nuevo túnel contará con puertas antiincendios cada 400 metros que comunicarán con la galería de evacuación y que se activarán de manera automática ante cualquier imprevisto. Para extremar las precauciones en caso de incendio, el túnel dispondrá de un sistema de ventilación transversal situado en el techo que funcionará de manera independiente en cada tramo, de manera que si se llega a producir un incendio el fuego no se propague por la ventilación. También se instalarán a lo largo del recorrido diferentes compartimientos cerrados en los que entrará oxígeno y áreas en los arcenes en las que poder detener el vehículo. Las medidas se completarán con la instalación de cámaras de seguridad y detección de gases, además de un sistema de vigilancia las 24 horas del día. Estas nuevas medidas de seguridad han hecho que el proyecto inicial, cifrado en 8.000 millones de pesetas, alcance ahora los 12.000 millones. Las obras tendrán una duración aproximada de tres años y podrían iniciarse a finales del año 2000.