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ELECCIONES 13-J

Anguita apuesta por una campaña sin insultos para recuperar a la izquierda

Una campaña sin insultos, hecha con serenidad.Eso es lo que desea Julio Anguita, líder de IU, que ayer abrió la campaña de la coalición en Valladolid prometiendo que, al menos desde IU, se intentará que sea así. Si no lo cumplen, Anguita se comprometió a pedir perdón. También continuó con su crítica a la intervención de la OTAN, y aseguró que a IU nunca la encontrarán en el "patio de Monipodio" donde está la corrupción.

Pasado Olmedo, una pintada en unos viejos muros advierte al viajero que va hacia Valladolid: "Entra usted en zona nacional". Es la España del ayer. La que Julio Anguita, coordinador general de IU, rechazaba en su apertura de campaña. La España del pasado que el candidato al Parlamento Europeo, Alonso Puerta, no quería para Europa.Con Anguita, el candidato a la alcaldía de Valladolid, Jesús Anta, y Antonio Herrero, aspirante a la presidencia castellano leonesa. Recordaba esa Castilla tan lejana, aparentemente, de la política y hablaba de cacicadas, imposiciones; la Castilla de las promesas electorales no cumplidas. También Anguita recurrió a esa Castilla austera, rigurosa, sobria. Así sería la campaña de IU: austera, sobria, rigurosa. Sin insultos ni descalificaciones. "Que no nos metan en ese maremagnum de insultos y malas palabras. Ese maremagnum que lleva la tensión a un pueblo que necesita serenidad para decidir".

"Si alguna vez, por alguna excepción, rompemos estos principios, haré mi autocrítica y pediré perdón", dijo. Ya nada espanta. Ya nada sorprende, se lamentaba. "Es como si España hubiera sobrepasado ya cualquier capacidad de sorpresa. Se tira del lino y se termina en el mismo sitio. Se tira de los inspectores amigos de José Borrell y se llega al mismo sitio. A ese patio de Monipodio donde están los rostros de la corrupción. Esos rostros que nunca estarán entre nosotros".

Quiere Anguita recuperar una izquierda que tampoco sale más allá del cielo protector de IU. Constreñida en sus propias fronteras. Una izquierda que se ha quedado sola en la defensa de un proyecto europeo social. Que se siente sola. Pero en la soledad de quienes están firmes en su razón. "Qué contradicción", decía ayer, "a nosotros nos llamaban antiguos porque defendíamos la construcción de una Europa social, de una Europa solidaria. Estábamos solos defendiendo ese modelo". Luego, Alonso Puerta defendería las tres vertientes en las que se va a centrar su trabajo en Europa: la construcción política, la contrucción social y la construcción de una política exterior para Europa, "sin OTAN". Anguita se sumó a la crítica y volvió a calificar de barbarie la intervención en Yugoslavia para pedir luego que "impere la ley" y se pare el ataque de la OTAN.

¿Y de las encuestas? De las encuestas Anguita no habla. Lo hizo Puerta, que se mostró optimista: "Parece que avanzamos". De lo que sí habló Anguita fue del Duque de Rivas. No recitó ningún verso. Pero sí citó -tal vez influido por esa evocación de Castilla, por esa sobriedad y austeridad- el Romance del castellano leal. ¿Pedía acaso, Anguita, esa limpieza de la que hacía gala el viejo caballero?: "Esas puertas se defiendan, / que no ha de entrar, vive Dios, / por ellas quien no estuviera / más limpio que lo está el sol". Que cada cual se aplique el cuento.

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