El Estado alemán sacará a Bolsa el 72% de Deutsche Telekom

La empresa de telecomunicaciones Deutsche Telekom anunció ayer que el Estado alemán sacará al mercado el 72% del capital que aún permanece en sus manos. El Estado espera conseguir unos ingresos de 1,7 billones de pesetas por esta operación, que se realizará a partir del 18 de junio. Por otra parte, Portugal Telecom hizo público que ha fijado el 12 de julio para el final de la cuarta fase de su privatización.

Los directivos de Deutsche Telekom quieren dar un golpe de efecto y borrar de la mente de sus accionistas y de los mercados la frustrada operación con la operadora italiana, debido a la irrupción de Olivetti, que le hubiera convertido en la primera operadora del mundo.El presidente de la compañía alemana, Ron Sommer, dijo en la asamblea de accionistas del pasado jueves que la empresa va a continuar su estrategia internacional para convertirse en una de las operadoras punteras del mundo. Sommer quiere ahora convertir a Deutsche Telekom en el primer valor de la Bolsa de Francfort. Cuando coloque en este mercado el 72% del capital de la empresa, ésta representará el 13% del mercado, por delante de Daimler Benz, que supone el 12,4% del mercado germano.

La salida a Bolsa, calificada por el Ministerio de Finanzas de "meramente técnica", proporcionará al Estado alemán unos ingresos de 1,7 billones de pesetas. La operación se desarrollará a partir del próximo 18 de junio.

Dentro de ese proceso de cambios y privatizaciones que vive el sector de las telecomunicaciones, ayer también movió ficha el Estado portugués. En concreto, fijó para el 12 de julio el final de la cuarta fase de la privatización de Portugal Telecom, que comenzará el 18 de junio.

El Estado portugués colocará en el mercado hasta un máximo del 13,5% del capital de la empresa. La operación de privatización de Portugal Telecom, de la que Telefónica es socio estratégico, incluye un aumento del capital y una oferta de enajenación combinada mediante una oferta pública de venta y la venta directa.

Con esta cuarta fase de privatización, el Estado portugués reducirá su participación en la operadora de telecomunicaciones al 10%, una cuota que le permite mantener el poder de veto en determinadas decisiones estratégicas de la empresa.

Esta privatización es la última que tiene prevista el actual Gobierno portugués antes de las elecciones generales del próximo mes de octubre.

El programa de privatizaciones emprendido por el Ejecutivo portugués recoge como objetivo para este año unos ingresos de 2.375 millones de euros (395.000 millones de pesetas). La anterior gran venta se produjo el pasado día 24 de mayo con la enajenación del 20% del capital de la concesionaria de autopistas Brisa, que reportó unos ingresos para las arcas públicas portuguesas de 489 millones de euros (81.362 millones de pesetas).

Dentro de este programa de privatizaciones, que el Gobierno portugúes define como "el más ambicioso" de Europa occidental, el Ejecutivo dio el pasado jueves vía libre a la venta del 42,5% del capital del consorcio de energía GALP Petróleos y Gas de Portugal.