La Diputación de Barcelona pide al Gobierno central más permisos para inmigrantes

Barcelona vive un significativo aumento de la inmigración. Aunque el fenómeno dista mucho del que se produce en zonas de Francia y Alemania, la Diputación considera que es el momento de pedir al Gobierno central un aumento del cupo de permisos de trabajo y residencia para los extracomunitarios de la provincia. La directora del área de Servicios Sociales, Maite Arqué, anunció ayer una campaña de empadronamientos "masivos", tras las elecciones del día 13, con el objetivo de "hacer presión".

Existen diferentes datos que ejemplifican el aumento de la población extranjera, principalmente de fuera de la Unión Europea, en la provincia de Barcelona. El último se conoció hace unas semanas: este año se ha incrementado en un 74% el número de extracomunitarios que solicitan un permiso de trabajo y residencia en Barcelona. Sin embargo, el Gobierno central sólo ha concedido 4.720 autorizaciones, el mismo contingente que en 1998. Pero hay tres datos más que describen la situación y que ayer ofreció la Diputación de Barcelona en la presentación del primer atlas de recursos para la inmigración extranjera de la provincia: las comarcas barcelonesas concentran el 72,7% de los 98.035 extranjeros que viven en Cataluña; las personas con nacionalidad extranjera empadronadas en la provincia han pasado de representar el 0,95% de la población en 1991 al 1,54% en 1996; y, en los últimos tres años, el número de alumnos extranjeros en las escuelas de la provincia ha aumentado en un 28,4% (14.510), mientras que la población escolar en general ha disminuido en un 8,9% durante el mismo periodo. Según Arqué, "este mapa de recursos de la inmigración de la Diputación de Barcelona pretende ser un instrumento técnico de información que ayude a la planificación de políticas activas para inmigrantes desde los municipios barceloneses". Esta base de datos hace una descripción integral del colectivo que está empadronado y aporta un análisis de las necesidades que han percibido los profesionales de la red de servicios sociales de la Diputación y de las asociaciones Amic-UGT y CITE-CC OO. Se constata que el trabajo y la vivienda son las principales preocupaciones de la población inmigrada, así como el conocimiento de la lengua y su integración social. Sobre este último aspecto, el sociólogo Rafael Crespo aseguró que "esto demuestra que no son sólo trabajadores, sino personas que también tienen otras necesidades". La Diputación calcula en 10.000 el número de extranjeros con permiso de residencia que todavía no se han empadronado en los municipios barceloneses. Arqué recordó que para inscribirse en los ayuntamientos no es necesario tener regularizada la situación de residencia y animó a todo el colectivo a empadronarse: "Así podremos pedir un aumento del cupo", dijo. Arqué considera que los municipios deben de intervenir más en las políticas gubernamentales de los contingentes, "sobre todo en los reagrupamientos familiares".