Así da gusto
Es prontito, ya estamos en el hotel, ahora después de Alex paso al masaje, etapa cortita, de tres horitas, así da gusto, así debería ser todo: etapas de 120 kilómetros siempre, tres horas en el llano y cuatro en la montaña, y el hotel al lado de la meta. Ay qué bien.Hemos llegado ya al puerto pirata, a Cesenatico y la verdad es que no ha ido mal el día, sobre todo porque pensábamos que iba a ser una jornada más nerviosa de lo que ha sido. El puerto de salida, 20 kilómetros desde el kilómetro uno, invitaba a la aventura, pero la gente se lo ha tomado con calma. Sólo han atacado, incomprensiblemente para mí, los del TVM a tres kilómetros de la cima, cuando normalmente hacen lo contrario, ir tranquilos para que Blijlevens no se corte. De todas formas no cuajaron, ni ningún intento posterior. A la tranquilidad contribuyó también que antes de pasar nosotros cayó una tormenta y estaba la carretera mojada.
Ya cerca de Cesenatico los del Mercatone Uno han cogido las riendas, engañando a Jalabert de paso, que se creía el francés que iban a disputar los segundos del Intergiro para Pantani y ahí se ha metido, para que no le quitaran el rosa, para llevarlo todo controlado, con Pantani en la cabeza; hubo un cortecillo en el que se metió Navas, pero el Pirata no ha dejado a nadie. Se ha metido delante hasta el final, casi parecía que iba a sprintar. Ha repetido Quaranta victoria y Cipollini ha quedado segundo, que es lo peor para un sprinter.