Lucha de subsistencia

Cuando el logro principal de una corporación municipal tras cuatro años de gobierno se determina, por la primera edil y con absoluto convencimiento, en haber conseguido la construcción de un Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) para el pueblo, es fácil percibir la amenaza que el despoblamiento supone para cualquier lugar con historia. Laujar de Andarax, pueblo de la Alpujarra almeriense de 1.830 habitantes (70 menos que en 1995), ha superado sus años de vacas flacas. Tal y como expresa su alcaldesa, la socialista María Teresa Vique, con el IES previsto para el 2.000 la vida "activa" en el pueblo está garantizada. "De no tenerlo hubiera supuesto el desplazamiento diario de niños de 12 años hasta Berja. Ahora vendrán a Laujar chavales de Paterna, Bayárcal, Alcolea, Fondón y Fuente Victoria. Es el mayor logro de toda la legislatura". Ubicado a un lado de Sierra Nevada, frente a la Sierra de Gádor y a 40 kilómetros del mar, Laujar no destaca especialmente por ninguna actividad específica.La Villa Turística inaugurada por la Junta el pasado octubre ha espoleado el turismo rural, aun siendo la hermana "pobre" de la comarca alpujarreña. La producción agrícola, irrisoria si se pone la mirada en los cultivos intensivos bajo el mar de plástico que se contemplan mientras se sube hasta los 900 metros de altitud del pueblo, supone sólo la tercera fuente de economía. La construcción y los servicios son la baza fuerte del municipio: mano de obra para los pueblos del Poniente almeriense que crecen a pasos agigantados, lo primero; viabilidad de lo que pretende ser la primera industria laujareña, lo segundo. Una fábrica de calzado que proporciona 25 puestos de trabajo directos, varias cooperativas resultado de promociones de empleo promovidas por el Ayuntamiento o el Plan Vitivinícola han dinamizado el panorama laboral. La reciente declaración de Sierra Nevada como Parque Nacional abren en el lugar ciertos recelos sobre el beneficio del grado añadido de protección para el entorno. Sin todavía indicaciones sobre el tema, cuestiones como el pastoreo que cada verano realizan 20 familias en los montes se mantienen en vilo. Entre los proyectos más acariciados por el municipio para los próximos años destacan la construcción de una piscifactoría, la creación de una asociación de cosecheros, la rehabilitación del convento de San Pascual Bailón como centro cultural o la culminación de la carretera de Berja a Fondon que contribuya a "retener a la gente".