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CC OO pide que la toxicomanía deje de ser causa de despido tras conocer un informe sobre drogas y trabajo

Jorge A. Rodríguez

El estudio Las drogas en el mundo laboral de Andalucía ha puesto de relieve, a través de 1.200 entrevistas a trabajadores y 400 a parados, que los desempleados, los contratados en precario y quienes trabajan más horas de la cuenta son las personas más propensas al consumo de drogas, especialmente tabaco, alcohol, tranquilizantes y analgésicos comunes. Y ha revelado también que empresarios y trabajadores están de acuerdo en que habría que establecer planes de ayuda y prevención en las empresas. Con estos datos en la mano, el secretario general de CC OO de Andalucía, Julio Ruiz, reclamó ayer la derogación del artículo 54.2F del Estatuto de los Trabajadores que castiga con despido la toxicomanía y la embriaguez. Las sustancias cuyo consumo y abuso está más extendidas entre los trabajadores son el tabaco y el alcohol, sustancias ambas que "son los que más absentismo y bajas laborales producen", por lo que a partir de ahora la Junta centrará en ellas las campañas preventivas, según anunció ayer el consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña, durante la presentación del estudio. Los bebedores abusivos representan el 8,7% de la población entre los ocupados y el 9,7% entre los parados, pero la diferencia es mayor en el consumo de tranquilizantes (3,9% entre los ocupados y 7,3 % de los parados), hipnóticos (1,4% a 2,4%) y analgésicos comunes (consumidos por el 43% de los ocupados y el 49% de los parados). El hachís también presenta notables diferencias, ya que es consumido por un 4,8% de los trabajadores ocupados y entre un 7,2% de los que no tienen empleo. No obstante, ninguna de estas sustancias se consumen sin mezcla. José Navarro, jefe del Equipo de Investigación Sociológica Edis que ha realizado el informe, subrayó que es común el tomar varias drogas al tiempo, aunque también en este caso hay diferencias entre parados o ocupados. Los primeros inciden más en la toma simultánea de heroína, crack y sustancias inhalables, mientras en los segundos hay más proclives a mezclar drogas de síntesis, alucinógenos y cocaína. Los autores del estudio -apadrinado por UGT, CC OO y Asuntos Sociales- han definido 107 situaciones que favorecen el consumo, entre ellas la pérdida de confianza en sí mismo, moverse en un círculo de consumidores, el fracaso escolar, el ejemplo de los padres y las malas relaciones con la pareja. De estas 107 causas, 37 corresponden al ámbito laboral. Estos y otros datos contenidos en el estudio, un volumen de 294 páginas cuajadas de cifras y letras, llevaron a Julio Ruiz a calificar la drogadicción como "una enfermedad del comportamiento" y a criticar a la ausencia en el acto de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). "Quizás se deba a que están más por la persecución y el castigo que por la cura. Pero nosotros reivindicamos la derogación del artículo 54.2F del Estatuto de los Trabajadores, a fin de que este problema social sea una cuestión de salud exenta de castigo", dijo.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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