La ambición del peón

Más de 300 niños procedentes de toda España se han dado cita este fin de semana en Aranjuez para participar en la Copa de España de ajedrez infantil, en las categorías de renacuajo, benjamín, alevín e infantil. Chavales desde los 4 hasta los 14 años demostraron que este deporte, lejos de ser algo aburrido, puede ser tan apasionante como el fútbol. Su lógica y su imaginación pueden hacer milagros. Aunque, eso sí, las chicas juegan con las chicas y los chicos, con los chicos, como en los demás torneos.El Centro Cultural Isabel de Farnesio fue el lugar elegido para la celebración al aire libre de esta competición. "Nos gustaría que Aranjuez llegara a ser un Linares de la categoría infantil", dice Manuel Sánchez, organizador de la prueba y director de la Escuela de Ajedrez ribereña. "España es pionera, a nivel infantil, en lo que a pruebas de ajedrez se refiere. Son ellos los que reclaman que se les tenga en cuenta. La magia de este deporte conecta muy bien con los pequeños. Ellos, con su lógica aplastante, son capaces de entender su simbolismo a la perfección", dice. De esta misma opinión es Javier Ochoa, presidente de la Federación Española de Ajedrez. "Los niños son muy lógicos, pero, además, se necesita desarrollar otras virtudes. Cada vez está más claro que el ajedrez ayuda a desarrollar más la capacidad de aprendizaje de los niños. Abre su mente, les ayuda a estudiar, les enseña a pensar...", explica Ochoa.

Así, muchos niños han decidido aparcar sus botas de fútbol y cambiarlas por un tablero. "A mí me gusta mucho más que el fútbol, que siempre es igual, y te deja las piernas hechas polvo", dice Rubén, un jovencito de 7años (renacuajo) de Fuenlabrada. Rubén, como la mayoría de estos pequeños, tiene como más fiel contrincante el ordenador. "Juego en el club al que voy, pero también me encanta hacer partidas en el ordenador. La apertura que más me gusta es la española y también la italiana". En su categoría quedaron vencedores el madrileño Fernando Arauz y la manchega Alba López.

Al igual que Rubén, Héctor, un chaval barcelonés de 8 años (benjamín), dice preferir este deporte a otros más activos: "Mi padre juega a veces conmigo, pero no tiene mucho tiempo y yo casi prefiero el ordenador". Entre los benjamines masculinos destacaron el aragonés Alfonso Llorente y la valenciana Cristina García.

David, un pequeño de seis años (renacuajo) de San Martín de la Vega, también es un gran practicante: "Es como una guerra, como jugar con soldados".

La prueba terminó ayer a las dos de la tarde entre un ambiente festivo en el que hubo regalos para todos.