20 extranjeros que "aman Andalucía" se presentan en las listas del PA

La pasión por Andalucía es el denominador común de un danés, un francés, un inglés y varios belgas, alemanes e italianos -en total una veintena de extranjeros-, que figuran en las listas del PA a los comicios municipales como prueba de que el nacionalismo no excluyente es viable. De los veinte candidatos adoptivos de Andalucía y adeptos del andalucismo, siete residen en la provincia de Málaga; seis en la de Sevilla; tres en Almería; dos en Granada, uno en Cádiz y, el último, en Córdoba capital. Los electores de algunos municipios de esas provincias se encontrarán el próximo 13 de junio -no en las listas europeas, sino en las municipales- con candidaturas en las que figuran nombres como Jeanette y Kamel, o apellidos como Weddington, Shilins o Wallace, de procedencias muy diversas pero unidos ahora por la patria común andaluza. En la candidatura del PA al Ayuntamiento de Carmona (Sevilla) figura un danés, pero en la provincia de Sevilla también hay extranjeros andalucistas en Arahal, Brenes, Los Palacios, Sanlúcar la Mayor y Utrera. El resto se presentan en Manilva, Estepona, Marbella, Torrox, Nerja, Mijas y Rincón de la Victoria, en la provincia de Málaga, y en Albox, Béjar y Roquetas de Mar, en Almería. La lista se completa con los candidatos que se presentan en Huéscar y Gualchos, en Granada; en Jimena de la Frontera (Cádiz) y en Córdoba capital. Eric Uldal, danés de 59 años, con tres hijos y arquitecto de profesión, llegó a Carmona hace doce años y figura en el número tres de la lista. Uldal, que habla cinco lenguas y fundó en El Viso del Alcor la empresa de mermeladas La vieja fábrica, posteriormente adquirida por un empresario de Morón de la Frontera (Sevilla), está enamorado de Carmona, de su historia, de su gente y de su casco antiguo, donde actualmente está rehabilitando junto a su mujer, una arquitecta española, la fachada principal de la iglesia de Santa María. Eric se afilió al PA hace seis meses, aunque es simpatizante de este partido desde hace dos años, y su principal afán es "contribuir a la mejora de las condiciones de vida de la tierra en la que vivimos". Le gusta el nacionalismo que preconiza el PA, y que calificó de "un poco particular, diferente a lo que conocemos en Europa", porque "no es fanático ni excluyente".