Una metamorfosis acelerada
Cuando en 1992 se aprobó el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que rige actualmente en El Rincón de la Victoria (Málaga), se elaboró una estimación del crecimiento que iba a experimentar el municipio en los años siguientes. El estudio concluía que el pueblo costero preferido por la clase media malagueña para su veraneo alcanzaría los 25.000 habitantes para el año 2011. El informe elaborado no contaba con que ese mismo año se inauguraba la circunvalación de Málaga, con la que el municipio se quedó a escasos 10 minutos de la capital. El precio ventajoso de la vivienda y una buena oferta de supermercados, oficinas bancarias, farmacias y restaurantes precipitaron la avalancha de nuevos vecinos. El Rincón de la Victoria ha alcanzado los 25.000 habitantes 12 años antes de lo previsto. Y eso contando sólo con la población que reside de forma habitual, porque el municipio alberga una población flotante alrededor de su actividad turística de 40.000 personas en temporada baja y alrededor de 100.000 en temporada alta. Este crecimiento ha permitido erradicar casi por completo el desempleo, especialmente en el sector de la construcción y de los servicios. Pero también ha obligado a terminar en tiempo récord un nuevo instituto de Secundaria e iniciar otro más para satisfacer la nueva demanda de escolarización; se han generado problemas importantes de aparcamiento y se ha evidenciado la falta de equipamientos culturales y deportivos así como de zonas verdes. Cuatro concejales más En la próxima legislatura, los habitantes de El Rincón tendrán que elegir 21 concejales, cuatro más de los que tenía en 1995. En aquella cita electoral, la victoria fue para José María Gómez Muñoz, del Partido Popular, que se hizo tristemente popular porque la banda terrorista ETA intentó acabar con su vida y con la de uno de sus ediles en 1997. Los siete concejales del PP han pasado apuros para gobernar. Su insuficiente mayoría les ha impedido sacar adelante los presupuestos en los últimos dos años. Las inversiones adicionales que se han tenido que ejecutar por el aumento de población han elevado la deuda municipal a 3.800 millones de pesetas. La lucha por la instalación en el municipio de una gran superficie comercial le ha valido al alcalde el enfrentamiento con la Junta de Andalucía y con un sector de los comerciantes del pueblo. En esta batalla no ha estado solo. El líder de la oposición, el socialista José Jesús Domínguez Palma, su principal adversario para las municipales del 13 de junio, se ha alineado con él en esta reivindicación. La batalla pendiente es aprobar un nuevo PGOU y lograr un crecimiento sostenible y amable para evitar que el pueblo acabe convertido en ciudad dormitorio. Los rinconeros tendrán que decidir quién debe liderar esta marcha hacia el futuro.
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