Los abusos de las inmobiliarias centran las quejas de los usuarios
La mayoría de las denuncias que reciben cada año las 24 asociaciones andaluzas de consumidores tienen su origen en los abusos cometidos por las empresas inmobiliarias contra los clientes que adquieren una vivienda. Así lo aseguró ayer en Granada Francisco Sánchez Legrán, presidente del Consejo de los Consumidores y Usuarios de Andalucía. Las reclamaciones suelen tener su origen en cuatro irregularidades básicas: el mal acabado de las viviendas; el incumplimiento del plazo de entrega de la casa a sus compradores; la exigencia por parte de la empresa de una cantidad de dinero superior al precio pactado con ellos; y la disminución de la superficie construida o la variación de la distribución de las dependencias. El presidente del Consejo considera que estos fraudes se cometen en Andalucía y en toda España con demasiada frecuencia, debido a la falta de una ley de edificación que regule qué es y cómo debe construirse una vivienda. "No tiene sentido que en Granada y Sevilla se utilice el mismo tipo de aislante para una casa, sin tener en cuenta la enorme diferencia climática entre las dos ciudades", pone como ejemplo de los despropósitos surgidos por la carencia de una norma. Tras los problemas de vivienda, la mayoría de las quejas se producen por abusos cometidos por las distintas administraciones públicas en el cobro de impuestos. Y le siguen a corta distancia los de bancos y compañías de seguros. Sánchez Legrán animó a los consumidores andaluces a denunciar todos los abusos, aunque reconoció que "mucha gente aún no confía en la eficacia de las reclamaciones y su tramitación le resulta demasiado compleja".
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