La renuncia de Borrell

Josep Borrell renunció hace unos días a ser el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno. De nuevo Borrell, el partido socialista, irrumpe en la zozobra política que sacude al país con una actitud arraigada en la honestidad de una generación de españoles a la que tanto debemos, luchadores e idealistas que creían y siguen creyendo que en España hay suficiente talento y capacidad de esfuerzo para romper el complejo de inferioridad que durante más de dos siglos ha impedido un desarrollo normal de nuestra sociedad.Borrell no hace un gesto, marca la distancia entre lo inútil, lo ignorante, lo miserable y minúsculo y la generosidad, la decencia y la dignidad. Marca la enorme distancia entre los hombres y mujeres que creen en España y aquellos otros que se colocan los tirantes de la bandera para intenter convencernos de que es lo único importante.

Hoy Borrell, con la ayuda de un Gobierno que reacciona diciendo que nadie le puede dar lecciones de ética, devuelve al partido socialista 100 años de honradez, a pesar de los problemas internos que puedan existir.

Entretanto, España va bien, a pesar del caos aeroportuario, el escándalo en Agricultura y los malos resultados de las negociaciones en Bruselas, el estancado crecimiento del empleo, el repunte de la inflación, un IRPF regresivo, una justicia en la que se comprenden los excesos de las dictaduras militares; en definitiva, un momento en que no existe ningun proyecto de país.

¡Qué nos importa, España va bien!-