El PI impide aprobar una moción que reclamaba pluralismo en TV-3
El Gobierno de Jordi Pujol se salvó ayer por los pelos de perder una votación en el Parlament en la que todos los grupos, salvo el de CiU y parte del Mixto, reclamaban pluralismo político en TV-3 y Catalunya Ràdio. El resultado fue de 58 votos en favor de la resolución y 60 en contra. Los votos salvadores le vinieron al Gobierno catalán esta vez desde el Partit per la Independència (PI), adscrito al Grupo Mixto. Y eso a pesar de que Pilar Rahola acusa a TV-3 de ser la televisión de CiU y de Molins.
El diputado Josep Maria Carbonell, del Partit dels Socialistes (PSC), defendió una moción que denunciaba la falta de pluralismo en la política informativa de TV-3 y Catalunya Ràdio. La apoyaron todos los grupos, salvo Convergència i Unió (CiU) y el PI, porque precisamente la acusación de que estas emisoras favorecen sistemáticamente a estos dos grupos es uno de los pocos puntos en que están de acuerdo la izquierda y el PP. La moción no prosperó, sin embargo, debido a que faltaron 12 diputados de los grupos que la apoyaron. Al propio PSC le faltaron cuatro diputados. Al Partido Popular, cinco. Los otros ausentes eran de los demás grupos, Esquerra Republicana (ERC), Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) y Mixto. CiU hizo un esfuerzo y consiguió que sólo le faltaran tres. Los diputados de Unió dejaron para otra ocasión sus críticas a TV-3 y Catalunya Ràdio y votaron junto con sus aliados de Convergència. Si hubieran acudido todos los diputados de los grupos que votaron a favor, el Gobierno de CiU habría sido derrotado aun contando con el sostén del PI. El diputado Ignasi Oleart, del PP, aclaró no obstante que su partido no daba a esta votación el carácter de un ataque a CiU, sino sólo una petición para comenzar en los medios de comunicación públicos dependientes de la Generalitat una nueva etapa caracterizada por el pluralismo. Carbonell consideró, que pese a la derrota formal, el debate y la votación habían alcanzado un "alto valor simbólico" y podía considerarse incluso como una victoria moral. Esta votación hizo patente, por otra parte, la división de opiniones en la cúpula del PI entre filoconvergentes y filosocialistas. Mientras la diputada y concejal del PI en el Ayuntamiento de Barcelona, Pilar Rahola, se desgañita acusando a TV-3 de ser la televisión de Pujol, el líder de su partido, Àngel Colom, acudía ayer al toque de rebato lanzado por CiU para evitar una significativa derrota parlamentaria. Precisamente, a propósito de la falta de pluralismo en la radiotelevisión controlada por el Gobierno de CiU. Imma Mayol, la candidata que encabeza la lista de IC-Verds para el Ayuntamiento de Barcelona aprovechó la ocasión para pedir a Rahola que aclare la contradicción. El PI ocupa una de las plazas en el Consejo de Administración de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV). Y ayer los tres diputados del PI tuvieron que escuchar cómo Carbonell y Josep Bargalló, de ERC, le recriminaban que siempre apoye al director general de la CCRTV, nombrado por Pujol, Jaume Vilajoana.
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