Un "cambio de formato" que acabó en bronca telefónica
Cuando el martes el portavoz del Gobierno español, Josep Piqué, informó de la conversación telefónica (un "cambio de formato") entre José María Aznar y Borís Yeltsin se limitó a destacar que había sido larga (45 minutos), "absolutamente fluida", "en términos muy vivos, muy francos" si bien sus opiniones sobre la guerra en Yugoslavia, tema central de la charla, "fueron muy distintas, muy diferenciadas". Sólo añadió que se constató que Rusia no prevé abandonar su labor de mediación y que existe una voluntad compartida de "avanzar hacia una solución diplomática del conflicto de Kosovo".Ayer se conoció el verdadero alcance de la franqueza y la fluidez del líder ruso. Está claro que Yeltsin, aunque con ciertas dificultades de dicción, pausas e interrupciones, "leyó la cartilla" por teléfono a su interlocutor, quien aseguró: "Fue una conversación muy viva, pero yo no esperaba otra cosa".
El diálogo resultó tan "vivo" que una fuente próxima a La Moncloa afirmó que Yeltsin se expresó con brutal claridad, y admitía que le preguntó a Aznar algo parecido a esto: "¿Viene usted a pedir perdón en nombre de la OTAN?". El presidente español, que intentó sin demasiado éxito quitar hierro al asunto, señaló ayer: "Le dije , le digo , que no, que yo no pido perdón ni en nombre de la OTAN, ni en nombre de España, ni en nombre personal, ni en nombre de nadie. La OTAN está actuando con plena justicia en Kosovo y, naturalmente, España, como miembro solidario, se corresponsabiliza de sus decisiones".
El rapapolvo de Yeltsin a Aznar lanzó la hipótesis de que el presidente ruso dio plantón al español en represalia por las actuaciones de la Alianza Atlántica. Según el ministro español de Exteriores, Abel Matutes, su homólogo ruso, Igor Ivanov, le desmintió, también por teléfono, que ése fuese el motivo de la suspensión de la reunión.
El riego y el impulso
Por otro lado, la supuesta bronquitis de Yeltsin disparó las alarmas en los medios internacionales preocupados por una posible crisis de poder en Rusia un día antes de que su Parlamento ratificase al primer ministro en funciones. La agencia Efe aumentó esa inquietud al transmitir una información sobre la "falta de riego cerebral" del presidente ruso.
Ayer la agencia oficial española volvió a ofrecer una peculiar versión de los hechos acaecidos en el viaje del jefe del Ejecutivo español a Moscú. Bajo el titular "Aznar reactiva relaciones bilaterales e impulsa salida Kosovo" se glosaba la "satisfacción" del presidente porque la visita le había permitido "intensificar las gestiones diplomáticas sobre Kosovo".
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