El festín de los corredores populares

"A la marxeta". Así finalizaron la XVII edición de la Volta a Peu la mayoría de los 54.000 participantes que recorrieron los ocho kilómetros de que consta la prueba. En la más numerosa manifestación deportiva que se celebra en Valencia, el corredor popular fue el protagonista. Familias enteras se lanzaron a la aventura de acabar una nueva edición de la Volta a Peu en medio del alborozo y la mirada de los curiosos, que se confundían con los participantes. Familias enteras, pandillas de amigos, compañeros de colegio... Mientras para unos supuso una auténtica hazaña recorrer los ocho kilómetros, otros se lo tomaron con paciencia, que la distancia no era moco de pavo. Hay quien se topó con la cascada de corredores después de una noche de jarana. Y refugiado en sus gafas de sol, dejó que pasara con resignación hasta el último corredor. No era plan de molestar. Algún que otro dominguero, con el coche repleto de bártulos y la familia rebotada, no participó de la fiesta deportiva. De poco le sirvió su impaciencia. Mientras el grueso del grupo avanzaba despacio, sin atender al cronómetro, por delante había más espíritu competitivo. Juan Bardisa y Marta Fernández de Castro se impusieron a sus rivales más bizarros. Bardisa marcó un tiempo de 24 minutos y 29 segundos, mientras la atleta valenciana, que repitió victoria por tercer año consecutivo, ganó con relativa facilidad. Marta Fernández empleó 30 minutos y 37 segundos. Su demostración de poderío eclipsó a sus rivales, que no tuvieron opción. Patricia Gómez llegó a 33 segundos, mientras María del Mar Puche cruzaba la meta con un minuto y 42 segundos de desventaja. En la categoría masculina la prueba estuvo más reñida: Paco Ribera y Chemati Abderraman -este último ganó el año pasado- llegaron a cuatro segundos de Bardisa, por lo que el equipo Runner copó el podio. Por otro lado, El almanseño Francisco Milán Collado se adjudicó ayer la victoria en la decimotercera edición del cross Subida a la Fátima que se disputado sobre una distancia de 9,2 kilómetros. En esta prueba, que contó con la presencia de un total de 85 atletas, los participantes deben subir dos veces a la ermita ubicada en el Monte Cabezo.