Y van... tropecientas

A la línea 9 del Metro de Madrid habría que cambiarle el nombre y llamarle la 13 o la improvisada. Con la primera ampliación hasta Puerta de Arganda aumentó considerablemente el número de viajeros y disminuyó de forma espectacular la frecuencia de paso de trenes. Primer síntoma alarmante de deterioro por masificación y retrasos.Con la segunda ampliación hasta Arganda del Rey, la cosa es de vergüenza. A la poca frecuencia de trenes en horas punta hay que añadir las constantes averías, que provocan la salida masiva de usuarios en busca del autobús.

En honor a la verdad, han incorporado dos modernos trenes que frenan al estilo de la conducción deportiva, contribuyendo, eso sí, a una mayor intimidad entre usuarios, por lo de los achuchones involuntarios, traspiés y tal.

A los dirigentes de la Comunidad de Madrid y del municipio se las ponen como a Carlos III (creo que era a él) cuando inauguran algún tramo y bajan al metro, o cuando se tiran el folio de ir en autobús el "triunfal día sin coche". Que le echen valor y viajen una semana entre las 7.30 y las 8.30 en la línea 9. Es como el Metro de 1960. Tropecientas averías, similares retrasos y bien apiñaditos para no pasar frío.

Y no reclames. Yo lo he hecho y he recibido largas cambiadas sobre que están haciendo grandes esfuerzos para mejorar el servicio. Lo suyo sería no tomar el metro o, mejor, la línea 9 durante una semana o dos semanas. "La semana sin línea 9". Se admiten voluntarios. Menos topos y más vagones (por cierto, midan los andenes, hay estaciones en que presuntamente son cortas para soportar trenes de seis vagones, ¿verdad?).-