El IPC de Estados Unidos sube 0,7 puntos en abril y provoca un fuerte retroceso de la Bolsa de Nueva York
Los agentes económicos de Estados Unidos recibieron ayer una mala noticia, algo a lo que ya no estaban acostumbrados. La mala noticia no procedió de fuera, sino de dentro, y no fue subjetiva, sino estadística. El índice de precios al consumo (IPC) estadounidense creció el pasado abril 0,7 puntos, el mayor incremento mensual experimentado en los últimos ocho años, según informó el departamento de Trabajo. En tasa interanual, el IPC se ha colocado en el 2,3%.Esta reaparición de las tensiones inflacionistas despertó el temor a una subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal y provocó una inmediata caída en las cotizaciones de las acciones y los bonos en Wall Street. El índice Dow Jones, que el jueves había alcanzado otra plusmarca histórica, cayó de inmediato más de 100 puntos. Al cierre de la sesión esa pérdida se situó en 193,80 puntos, es decir, el 1,74%, para cerrar a 10.913,30 puntos.
El mejor reflejo del temor que se instaló en el parqué de Nueva York fue el comportamiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 30 años, que evoluciona en sentido inverso al de los precios. El rendimiento de estos bonos se elevó al 5,88% casi inmediatamente después de conocerse el IPC de abril, frente al 5,74% de antes de publicarse el dato.
Los analistas oficiales y privados esperaban una subida máxima del 0,4%, así que el dato del 0,7%, el mayor crecimiento del IPC desde octubre de 1990, en vísperas de la guerra del Golfo, provocó sorpresa y consternación. La subida de precios de abril es atribuible en buena medida a la de los precios del petróleo, pero también empujaron al alza los de los alimentos y el tabaco, que aumentaron respectivamente un 1,5% y un 3,6% en abril.
Espectacular contraste
La reaparición de corrientes inflacionistas en abril contrasta de modo espectacular con el excelente comportamiento del IPC en los tres primeros meses del año. En cada uno de esos meses, el IPC sólo subió un 0,1%. La mala noticia provocó de inmediato especulaciones sobre la posibilidad de que la Reserva Federal suba sus tipos de interés en la reunión que la máxima autoridad monetaria debe celebrar en Washington el próximo martes. Alan Greenspan, el presidente de la Reserva, insiste en que utilizará el mecanismo de los tipos para contrarrestar cualquier reaparición de las presiones inflacionistas."El informe del departamento de Trabajo quizá sirva para despertar a los mercados financieros sobre la existencia de una inflación subyacente superior a la que imaginan", dijo Jim Coon, de Huntington National Bank. Pero otros analistas, como Brian Wesbury, señalaron que los datos difundidos en los días anteriores sobre precios en los comercios y subidas salariales reflejaban el mantenimiento de la corriente antiinflacionista. Había consenso sobre el peso de los precios del petróleo en el dato del IPC de abril. Los precios de los productos energéticos crecieron ese mes un 6,1%.
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