AENA proyecta que Reus asuma parte del tráfico que ahora absorbe el aeropuerto de Barcelona

VIENE DE LA PÁGINA 1 La inversión anunciada por Vilalta es mucho más elevada de lo que las autoridades locales esperaban y está basada, según explicaron los representantes de la Administración central, en la voluntad de adecuar la infraestructura aérea a las necesidades reales de su entorno. Según aseguró el director general de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), Francisco Cal Pardo, el proyecto ideado para la terminal de Reus "es lo máximo que se puede hacer teniendo en cuenta las limitaciones geográficas de la instalación, que se encuentra flanqueada por el polígono petroquímico y por la autopista A-7". La Administración pretende que el aeropuerto de Reus complemente al de Barcelona para absorber el tráfico aéreo. El director general de Aviación Civil, Enrique Sanmartí, explicó que el proyecto se llevará a cabo en varias fases, atendiendo a un criterio que se basa en el concepto de "transición suave", por lo que en un principio se realizarán inversiones provisionales para la mejora inmediata, por ejemplo, de la terminal de pasajeros. En la primera fase oficializada en el plan, se prevé desde el próximo año hasta el 2004 un aumento de viajeros de 2,5 millones, por lo que se acometerá la ampliación de la única pista existente y de la pista de rodadura, y de la terminal de estacionamiento de naves, de pasajeros y de aparcamiento de vehículos, así como la construcción de una nueva plataforma de aviación general. La extensión en terrenos y la inversión en las ampliaciones ascienden, en tan sólo esta fase, a 11.300 millones de pesetas. El secretario de Estado de Infraestructuras, Albert Vilalta, recordó que este plan ha de ser aprobado por el Ayuntamiento, que debe desarrollar un plan especial urbanístico, y por la Generalitat, y además recibir el visto bueno de los ministerios de Interior, Defensa y Medio Ambiente. El objetivo de la segunda fase será que el aeropuerto absorba un total de cuatro millones de pasajeros al año, y en ella se construirá una nueva pista de salida y se reordenará nuevamente la terminal en lo referente a la plataforma de estacionamiento de aeronaves, la terminal de pasajeros y el aparcamiento de vehículos. La segunda fase supone un desembolso de 3.019 millones de pesetas y las obras se desarrollarán hasta el año 2007. La llegada a la cifra de ocho millones de viajeros comportará un nuevo acondicionamiento de la terminal, con una inversión de 6.131 millones de pesetas. Finalmente, la preparación de la infraestructura aérea para llegar a un movimiento de 16 millones de personas al año exigirá la construcción de la segunda pista, paralela a la actual, a la que además se dotará de una nueva calle de salida.