Los países del Mediterráneo buscan una normativa pesquera común que evite conflictos jurisdiccionales

Los países ribereños del Mediterráneo aspiran a armonizar sus políticas pesqueras, de modo que no se generen agravios comparativos derivados, principalmente, de la diferente legislación de las costas europeas y norteafricanas. Los países participantes en el proyecto Coordinación de la Pesca en el Mediterráneo (Copemed) -Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Malta, Italia, Francia y España- están reunidos desde ayer en La Vila Joiosa para diseñar actuaciones futuras y evaluar lo conseguido hasta ahora con el programa. El proyecto pasa por su ecuador y ello motiva la reunión. El director de Copemed, Rafael Robles, destacó la dificultad del plan porque "supone poner de acuerdo a mucha gente". Por otra parte, el subsecretario de Pesca del Ministerio de Agricultura, Samuel Juárez, señaló que la Comunidad Valenciana y Baleares mantienen "posiciones próximas" ante una posible solución al conflicto de pesca suscitado entre ambas comunidades por la reducción del horario de pesca en aguas baleares a los pescadores alicantinos y la obligación que estos tienen de regresar al punto de origen de amarre. Juárez aseguró "percibir una sintonía y posiciones próximas", pero recordó que las competencias en materia de ordenación pesquera las mantienen las autonomías. Juárez también dijo que la Administración prepara un plan alternativo para el sector pesquero ante la posibilidad de que Marruecos "siga manteniendo una posición cerrada" en la no renovación del acuerdo con España. Juárez también anunció que se incrementará la vigilancia en aguas españolas para impedir la pesca, especialmente del atún rojo, por parte de embarcaciones no adscritas a la Organización Internacional que regula el mercado de este sector.