Los investigadores afirman que los vigilantes de Amnesia esperaban armados a la banda iraní
La policía afirmó ayer que la discoteca Amnesia, donde en la madrugada del lunes se registró un violento tiroteo que acabó con un vigilante muerto, conocía de antemano la llegada de un grupo de extorsionadores (una banda de iraníes que pretendía tomar el control del local) y preparó un dispositivo especial: puso a ocho vigilantes armados en la puerta de la sala para repeler la agresión. Éste es uno de los datos hechos públicos por los investigadores, que ayer mismo reventaron un chalé de la citada banda y se incautaron de dos pistolas y abundante munición. No hubo nuevas detenciones.
El delegado del Gobierno, Pedro Núñez Morgades, aseguró ayer que con "la detención el mismo lunes de los dos supuestos delincuentes iraníes [el tercer miembro de la banda era la novia de uno de ellos] se ha desmantelado la mitad del grupo". "Ahora sólo faltan los demás individuos que participaron en la agresión. Con su detención, el grupo de los iraníes quedará desmantelado", añadió.Núñez Morgades explicó cómo se desató el tiroteo de la sala Amnesia (ubicada en la ronda de Toledo, número 1) en la madrugada del pasado lunes y que se saldó con un muerto y cuatro heridos. "Los dueños de la discoteca habían recibido una filtración. Les habían comunicado que el grupo de los iraníes se iba a presentar aquella noche en el local con la intención de hacerse con la seguridad del local como puesto estratégico para monopolizar la venta de pastillas".
La sala, según los investigadores, se preparó para la ocasión por si el chivatazo pudiera transformarse en una acción violenta. Y fue así. En Amnesia, en la madruga del lunes se montó un dispositivo especial para repeler la posible agresión, siempre según la policía. Ocho vigilantes, armados con pistolas, custodiaban la puerta de entrada al local.
Refriega a tiros
A la una y media de la madrugada llegaron nueve integrantes del grupo de los iraníes. Llevaban pistolas, bates de béisbol y otros objetos contundentes. Los dos bandos se cruzaron insultos. Uno de los iraníes alzó un bate en actitud amenazante. En ese momento un vigilante, supuestamente Víctor Manuel Pozo Patón, de 29 años, apretó el gatillo. Alcanzó a uno de sus rivales en un muslo. Los iraníes desenfundaron al menos tres pistolas y se liaron a tiros. La policía recogió 13 casquillos de bala en la puerta de la discoteca.A Pozo Patón le mató una bala que le impactó en la cabeza y otra que le pegó en el tórax, según informó el Samur. Otros dos vigilantes resultaron heridos: a uno el proyectil se le incrustó en la clavícula y otro fue alcanzado en el brazo.
El gerente de Amnesia, José Manuel Mejías, explicó ayer que el portero fallecido había sido contratado por la empresa Kemashita, que gestiona la discoteca Amnesia. Pozo Patón tenía antecedentes policiales por desobediencia y resistencia a la autoridad.
Tras el tiroteo, se detuvo a siete personas: cuatro vigilantes de la sala, dos iraníes y la novia de uno de éstos. Núñez Morgades aseguró que "los iraníes no forman una mafia ni una banda organizada, sólo son un grupo de delincuentes que, además, no disponen de grandes medios. Llevaban pistolas viejas, como una del calibre 9 milímetros corto que ya no se usa y carecían de armas automáticas". Núñez Morgades añadió que esta banda no tiene nada que ver con la conocida como los Miami, que actuaban de forma similar hace tres años.
Defensa de la sala
El abogado que defiende a los empleados de Amnesia detenidos, Jorge Morales, aseguró ayer que sus clientes "no iban armados" y que "en ningún caso se puede hablar de una banda para referirse a los porteros de la discoteca". Morales señaló que los encargados de la discoteca habían recibido varias amenazas desde septiembre, cuando la empresa Kemashita se hizo con la gestión del local. El letrado de los vigilantes detenidos indicó que no llevó a los tribunales dichas amenazas porque no tenía pruebas para que la acusación prosperase. Los responsables de la sala no descartaron, sin embargo, que las amenazas de los iraníes se pudiesen tornar en una agresión. "Pero la empresa nunca imaginó que llegara un día así ni con estas lamentables consecuencias", aseguró Morales.Núñez Morgades instó ayer a todos los empresarios del ramo a denunciar de inmediato cualquier tipo de amenaza que reciban, por muy leve que parezca. Para facilitar la inmediatez de esas denuncias, la policía ha habilitado dos números de teléfono, secretos, que sólo conocen las discotecas.
El portavoz de la Asociación de Salas de Fiestas y Discotecas de Madrid (Asfidis), Jesús Nuño de la Rosa, aseguró ayer que los empresarios ya habían denunciado a la policía la existencia de la banda de iraníes y su forma de operar y solicitó una mayor protección policial en las salas de fiestas.
La sala Amnesia abrió la noche después del suceso. "Todo ha vuelto a la normalidad y a la actividad habitual", dijo ayer el gerente del local.
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