ALCALDE DE RUBÍ Un ensayo de democracia directa
Al alcalde de Rubí (Vallès Occidental), Eduard Pallejà, de Iniciativa per Catalunya-Verds, le gusta presumir de llevar a cabo lo que piensa. De talante abierto y tranquilo, insiste: "Si te lo crees, lo has de ejercer hasta el final". Por eso aceptó llevar a cabo la propuesta de la Fundación Bofill y la Universidad Autónoma de Barcelona, como también hizo el Ayuntamiento de Sant Quirze del Vallès, y convertir su ciudad en laboratorio de la democracia directa. Aplicó la fórmula de la democracia directa al Consejo de Ciudadanos y al Consejo de Niños, ha impulsado el Plan Estratégico, que define el modelo futuro de ciudad, y para la próxima legislatura quiere poner en práctica los presupuestos participativos. En el caso del Consejo de Ciudadanos, se escogió a 75 personas mayores de 16 años al azar para que debatiesen qué hacer con el espacio que antes había sido un estadio de fútbol. El informe fue claro: los ciudadanos querían un aparcamiento subterráneo, una estación de autobuses, una zona verde y un espacio de ocio. Los vecinos rechazaban una gran superficie, una gasolinera y un centro universitario. Pese a que, en un principio, el informe no era vinculante, el alcalde se comprometió a defenderlo en el pleno. También los niños tuvieron voz y voto cuando se diseñaron las áreas de juego de algunas plazas de la ciudad. Eduard Pallejà ha defendido otras iniciativas ciudadanas. Ha asumido el riesgo que implica delegar responsabilidades y ha aceptado a veces proyectos que no eran de su agrado. Pero el de la democracia es su proyecto emblemático, del que más se enorgullece: aproximar a los ciudadanos, pertenezcan o no a entidades o asociaciones, al Ayuntamiento, dejándolos no tan sólo opinar, sino también decidir. Es parte de su cruzada. Con ello quiere que los ciudadanos recuperen la confianza en los políticos. La palabra que más sale en sus discursos es la de regeneración. Ha renovado el Ayuntamiento, se ha rodeado de un equipo joven, reclama la necesidad de introducir gente cuyo primer escalón no hayan sido los partidos, y apuesta por las listas abiertas y la limitación de mandatos. En esta legislatura, le ha tocado apechugar con varias crisis de gobierno. El equipo de gobierno inició la legislatura en 1995 con 16 concejales; actualmente cuenta con tan sólo 11. La salida de dos concejales de Iniciativa per Catalunya-Verds y otros tres socialistas le han dejado en minoría. No fue fácil para el alcalde de Rubí la última escisión de Iniciativa. Pese a ello, insiste en la necesidad de un pacto con las izquierdas. Otra amarga experiencia para Eduard Pallejà fue la repulsa ciudadana a su proyecto de una planta de residuos que llevó a la población a manifestaciones masivas. Casado y con una hija de un año, este psicólogo de 37 años nacido en Rubí empezó su trayectoria política en el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC). Su entrada en el gobierno municipal fue en el año 1983, con 21 años, como concejal-delegado de Juventud. A los 27 años, era teniente de alcalde de Servicios Personales y fue el responsable de elaborar los programas de actuación e intervención social y confeccionar y gestionar el presupuesto económico anual. En 1991, pasó a coordinar las áreas municipales y ocupó la concejalía de programación. Pallejà entró en el despacho de la alcaldía de la mano de Miquel Llugany, de IC-V, quien dimitió como alcalde cuando faltaba un año para concluir su tercera legislatura, y en detrimento de otro delfín de Llugany: José Antonio Pombo, ex concejal de Iniciativa, que ahora lidera la candidatura socialista. Sus interlocutores le reconocen su capacidad de diálogo y su voluntad para escuchar. Otra virtud que le reconocen es la de amabilidad, aunque también hay quien, sobre todo en sus inicios como alcalde, le achacó el ser un político demasiado "suave". Pallejà saltó del mundo asociativo al político. En el año 1990, entró a formar parte del Comité Organizador Olímpico Barcelona 92 (COOB) y dirigió el programa dirigido a mantener el interés y el apoyo de los voluntarios hasta el final de los Juegos Olímpicos. También trabajó hasta el año 1994 en una empresa de consultoría dedicada a la gestión del desarrollo económico y social en ciudades y áreas metropolitanas de Barcelona. Pallejà se presenta a la reelección en las próximas elecciones municipales. La asamblea que decidió la configuración de la lista estuvo abierta a la participación ciudadana. Cree necesario el pacto con las izquierdas y, pese a algunas experiencias amargas en el pasado, opina: "No tenemos que pactar con personas, sino llegar a acuerdos políticos que hagan posible la estabilidad del gobierno".
