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Convergència y Unió se enfrentarán en candidaturas separadas en 18 localidades

Convergència Democràtica (CDC) y Unió Democràtica (UDC) se enfrentarán en las urnas en 18 municipios en las próximas elecciones. La negociación a contrarreloj del lunes entre los dirigentes de la coalición nacionalista no logró impedir la presentación de listas separadas en dos capitales de comarca -Tremp (Pallars Jussà) y Banyoles (Pla de l"Estany)-, lo que ha provocado malestar, especialmente en Unió. El cierre de listas también ha abierto una nueva brecha en el Partido Popular (PP) entre la actual dirección y lo que queda del vidalquadrismo.

Los dirigentes de Convergència i Unió (CiU) calculaban, la semana pasada, que los socios de la coalición medirían sus fuerzas por separado únicamente en 10 municipios: Verdú (Urgell), Vall d"en Bas (Garrotxa), Calonge (Baix Empordà), Canet (Maresme), Vilanova de Prades (Conca de Barberà), Santa Oliva y Cunit (Baix Penedès), Altafulla y Creixell (Tarragonès) y Alcanar (Montsià). No obstante, problemas locales que los dirigentes consideraban superados se reabrieron coincidiendo con el tramo final de las negociaciones y, finalmente, serán 18 las localidades en que CDC y UDC acudirán por separado. A las ya previstas se sumaron a última hora Tremp, Banyoles, Sant Joan de les Abadesses (Ripollès), Maçanet de la Selva y Tossa de Mar (Selva), Camós (Pla de l"Estany), Arenys de Munt (Maresme) y Balenyà (Osona). Fuentes de Unió expresaron su malestar, especialmente por la presentación de listas separadas en Tremp y Banyoles. En ambas localidades, los democristianos se presentarán bajo las siglas de CiU, mientras que Convergència Democràtica impulsará sendas plataformas de independientes, lo que en Unió ha sido acogido como un incumplimiento de los acuerdos alcanzados por las respectivas direcciones nacionales. Como muestra de la tensión entre ambos socios en algunas localidades destaca el caso de Santa Coloma de Farners (Selva), donde el actual alcalde, el convergente Antoni Solà, encabeza dos de las listas presentadas ante la Junta Electoral para ganar una prórroga en su negociación con sus socios. La diferencia entre ambas listas -CiU y Convergents de Farners- afecta sólo al nombre de los candidatos democristianos. Los dirigentes de CiU expresaron su satisfacción porque la coalición presentará candidatura en 908 de los 947 municipios de Cataluña y minimizaron las discrepancias de última hora. La coalición emitió incluso un comunicado conjunto para felicitarse por haber incrementado en 18 el número de listas que presenta, aunque la emisión del comunicado en sí fue también objeto de controversia. Al final, CDC y UDC enviaron, por separado, exactamente el mismo comunicado. Las últimas horas de presentación de candidaturas fueron también vividas con especial intensidad en el Partido Popular (PP), que presentará 490 candidaturas. Los conservadores se habían propuesto presentarse en localidades que hasta ahora tenían vetadas de la Cataluña interior y sus dirigentes se mostraban ayer eufóricos porque en Osona, por ejemplo, pasan de 2 a 11 listas. Al mismo tiempo, la dirección del PP ha renovado a la mayoría de alcaldables, en consonancia con el cambio de rumbo que el partido adoptó en septiembre de 1996, con la sustitución de Aleix Vidal-Quadras por Alberto Fernández Díaz en la dirección regional. Pero la renovación ha abierto una nueva brecha entre la actual dirección y los núcleos dispersos de vidalquadristas, que se sienten perseguidos. "La elaboración de las listas ha sido una auténtica limpieza étnica", aseguraba ayer un destacado seguidor del ex líder regional. El caso más emblemático ha sido el de Santa Coloma de Gramenet, donde la presidenta local del PP, la vidalquadrista María Carmen Martínez, renunció a última hora a encabezar la candidatura. La dirección catalana había aceptado a regañadientes la candidatura de Martínez, a pesar de que la tildó en un informe interno de "inmovilista y radical". Sin embargo, la dirección catalana exigió nombrar los puestos segundo y tercero de la lista, pretensión que fue rechazada por Martínez, quien al final ha renunciado a encabezar la candidatura. Martínez emitió ayer un comunicado en el que acusa a la dirección catalana de haberle dificultado el trabajo como concejal, y expresa que renuncia a presentarse por su "vinculación con unas ideas y convicciones". "Sigo creyendo las mismas cosas que siempre he creído y son las que el PP de Cataluña representó y defendió desde 1990 hasta septiembre de 1996", añade. Boadella Por su parte, el Partit dels Socialistes (PSC) presentará 589 listas, un centenar más que en 1995. El aumento de candidaturas, no obstante, se ha visto empañado por la escisión encabezada por el alcalde de Badalona -la tercera ciudad de Cataluña-, Joan Blanch, quien encabeza la Coalició Socialista de Progrés (CSP). Esta formación se presentará en otras 14 de localidades, especialmente del Baix Empordà, donde adopta las siglas de Plataforma Catalunya Solidària (PCS). El director teatral Albert Boadella presentará las candidaturas del PCS, informa Europa Press.

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