Velázquez, nuevo inquilino del Alcázar
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez no nació ni vivió en el Real Alcázar de Sevilla, el palacio más antiguo de cuantos posee la monarquía española, pero el teatro, que todo lo puede, le ha hecho un hueco y parte de sus andanzas se reproducirán cada noche dentro del monumento, arropadas por la belleza de sus edificios. El misterio de Velázquez, una obra de teatro que parte de la novela homónima de Eliacer Cansino, se estrenó ayer en el Real Alcázar. El montaje, el regalo de 400 cumpleaños que el Ayuntamiento de Sevilla le hace a uno de sus más ilustres hijos, permite al público gozar durante la noche de uno de los espacios más bellos y apacibles de la ciudad. La obra, realizada por la compañía sevillana Producciones Imperdibles, abrirá las puertas del palacio real hasta el 12 de junio. El ciclo Personajes y mitos históricos sevillanos, que comenzó hace dos años, ha permitido que cobren vida dos antiguos inquilinos del Real Alcázar, Pedro I El Cruel y el rey árabe Almutamid. Ahora le ha tocado el turno a Velázquez y aunque el pintor no se movió por estancias tan ilustres, sino más bien por calles como la del Puerco que frecuentaba para acudir al taller de su maestro Francisco Pacheco, se ha ganado el privilegio. Durante un mes, 300 personas podrán dar marcha atrás al reloj y observar cómo el artista sevillano, encarnado por el actor Carlos Álvarez, hace que la infanta Margarita y aquellos que la sirvieron posen para Las Meninas, quizás el cuadro más famoso de cuantos se han pintado en España. Gema López, directora del espectáculo y responsable de la puesta en escena, ha imaginado a Doña Margarita y su séquito de blanco, como si se tratase de fantasmas. Cuando los personajes del cuadro están debidamente colocados, el milagro de la tecnología hace que el público los vea en color. La obra comienza en el patio de la Montería. Sobre tres enormes pantallas se suceden las imágenes relacionadas con la vida del artista que firma José María Roca. Desde que se sintió atraído por el olor de las pinturas que salía del taller de Pacheco, hasta que consiguió en Madrid el nombramiento de caballero de la Orden de Santiago. La tecnología da paso a métodos más tradicionales y el público entra después, debidamente informado sobre los hitos en la vida del artista, al patio del Crucero mientras suenan melodías del Barroco en los instrumentos de la formación de cámara sevillana La Colombina 1492. El espacio ha sido elegido porque su fachada frontal pertenece al palacio gótico y es lo que más se acerca a la arquitectura del siglo XVII. Nicolasillo Pertusato, uno de los enanos de la corte que aparece en Las Meninas, es el hilo conductor del relato que alterna hechos históricos con la imaginación de Cansino y Gema López. Carlos Álvarez, que ha cautivado al público con su papel en la película Solas del sevillano Benito Zambrano, encarna a un Velázquez totalmente entregado a su profesión, preocupado por las luces y las sombras. Especialmente, por asegurarse de que propia luz brillaría con el tan deseado nombramiento de caballero. Al descarado Nicolás Pertusato le da vida Rosario Sánchez. Chema del Barco, Justo Ruiz y Esperanza Polo forman también parte del amplio reparto. Además de 13 actores, tres músicos y dos cantantes, la obra cuenta con las voces grabadas de otros teatrearos como Jesús Vigorra, Pepa Muriel y Manuel Molina, entre otros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.