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Reportaje:

Campos de empleo

,"Aquí se vive muy bien. El único que puede tener queja es el que no quiere trabajar, porque aquí hay trabajo para todos". Antonio Martos Gaitán tiene 69 años y es uno más de los jubilados de Adra que cada mañana se arremolinan en los bancos de la plaza Puerta del Mar, donde se encuentra ubicado el Ayuntamiento de un municipio que supera ya los 21.300 habitantes. Antonio Joaquín Navarro Imberlón, accedió a la alcaldía con el PSOE hace ocho años. En su primer mandato dispuso de mayoría absoluta. Estos últimos cuatro años han sido diferentes: el PSOE sólo logro 10 concejales, frente a los 9 del PP, uno de Izquierda Unida y otro independiente. "Hemos tenido los presupuestos bloqueados dos años, prorrogando los del 97. Y ha sido ahora cuando, con la abstención del concejal independiente, hemos podido aprobar los presupuestos de 1999, que ascienden a más de 1.700 millones de pesetas", explica el alcalde. Sin embargo, pese a estos problemas, Joaquín Navarro tiene una alta concepción de las relaciones mantenidas con la oposición. "Hemos sido la Corporación más pacífica de las que hay por este entorno y creo que la que más temas ha aprobado en los plenos por unanimidad". Hay un hecho clave para las cordiales relaciones de las que Joaquín Navarro presume: "En los pueblos viejos como este nos conocemos todos y eso siempre facilita mucho las cosas". Los lugareños hacen gala del talante abierto que se les presume a quienes viven a orillas del mar. No en vano, la pesca permite que unas 400 familias abderitanas vivan de lo que el Mediterráneo se deja sacar. Pero no es el pesquero el sector más pujante en un municipio que ha logrado que su tasa de paro no supere actualmente la cifra de las 350 personas. La agricultura es la niña bonita del municipio, el motor que ha impulsado el despegue económico de Adra. Sin embargo, este pueblo - que se extiende a lo largo de 90 kilómetros cuadrados- presenta una particularidad: hay poco territorio y el que podría prestarse para cultivos presenta una caprichosa y complicada orografia. Eso ha provocado que muchos abderitanos sean propietarios de explotaciones agrícolas en otros municipios cercanos, como El Ejido. Las hectáreas de cultivo en Adra son unas 3.000. Durante los últimos años el desarrollo de Adra ha estado marcado por obras como el Paseo Marítimo -con el que se ha recuperado la céntrica playa de San Nicolás-, el Teatro -con mil localidades-, que centra la vida cultural del municipio, y la creación de varios parques y plazas. En total, unos mil millones invertidos en infraestructuras. En las próximas elecciones municipales sólo se enfrentarán dos partidos: PP y PSOE. Joaquín Navarro Imberlón se presenta a la reelección y ya tiene claro cuáles son sus compromisos en el caso de acceder a una tercera legislatura. "Uno de los retos principales es solucionar el problema de vivienda y suelo que tenemos. Adra es un municipio donde la propiedad está muy dividida y eso dificulta contar con suelo para establecer pequeñas industrias y crear viviendas", explica Navarro Imberlón. El municipio también se enfrenta a otro problema sin solución hasta el momento: la eliminación de los residuos agrícolas que generan los invernaderos. "Los ayuntamientos de la zona nos comprometemos a gestionar la retirada de estos residuos, pero después no sabemos qué hacer con ellos". El impulso turístico del pueblo y una actuación en la ordenación del camposon otras cuestiones pendientes en Adra, municipio que, a sus recursos agrícolas, ha sabido sumar la formación laboral de los jóvenes. En este aspecto ha sido decisivo el papel del Centro de Iniciativas Municipales de Formación y Empleo.

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