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El Ayuntamiento de Rivas desconfía de la seguridad de la línea 9 del metro

El desplome de cinco torres de la catenaria de la flamante línea 9 del metro (Madrid-Arganda), ocurrido en la madrugada del domingo, ha desatado una oleada de protestas. Mientras el Ayuntamiento de Rivas exigió ayer que se depuren responsabilidades, CC OO y la coalición IU calificaron el incidente de "muy grave" y cuestionaron el modelo de gestión mixta (pública y privada) por el que se rige esta línea. Frente a estas quejas, la compañía Metro indicó ayer que el incidente fue un hecho aislado.

A la Comunidad de Madrid le ha salido un problema desde que el pasado domingo, sobre las cinco de la madrugada, se desplomaron cinco torres de la catenaria que proporciona energía eléctrica a los trenes de la línea 9. La caída se produjo a 300 metros de la estación de Rivas-Vaciamadrid.El Ayuntamiento de Rivas fue ayer el más madrugador a la hora de quejarse del incidente. Entre el correo que cada día recibe el consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes de la Comunidad, Luis Eduardo Cortés, figuraba ayer una carta firmada por el alcalde de Rivas, Fausto Fernández (IU), y por el concejal de Obras Públicas, Ceferino Riestra (PSOE). En la misiva, ambos munícipes exigían al consejero respuestas concretas al siniestro: causas de la avería, reparaciones efectuadas y garantías de seguridad del resto de la línea. El regidor de Rivas está desconcertado sobre este incidente, pues se produjo en un momento en que no había lluvia, ni viento, ni fisuras en el terreno, ni hundimientos.

La sección sindical de CCOO de Metro de Madrid atribuyó el siniestro a la precipitación con que se han desarrollado las obras. "Son un fiel reflejo de los criterios electoralistas que han precipitado su inauguración", señaló ayer el sindicato en un comunicado.

El incidente tampoco pasó inadvertido para IU. El candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Pérez, se mostró especialmente crítico con el modelo de gestión mixta ideado para esta línea (financiada con dinero de Caja Madrid y construida y explotada por empresas privadas y Metro de Madrid). "El interés no está puesto en la calidad del servicio, sino en la obtención del máximo beneficio y lucro empresarial", dijo Pérez.

Sin embargo, no se ven así las cosas desde Metro de Madrid. Su director gerente, Jesús Valverde, confirmó ayer que la causa que propició el desplome de las torres "fue un fallo en el anclaje de una de ellas, la cual, en su caída, arrastró a las otras cuatro. Se trata", precisó Valverde, "de un hecho aislado y anormal".

Valverde afirmó que las obras del metro "han pasado un control riguroso y exhaustivo", y señaló que cualquier futura anomalía sería detectada de inmediato por el ordenador central, que cortaría el fluido eléctrico y se detendrían los trenes allí donde estén, sin riesgo para los viajeros.

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