El Ripollès estrena un autobús para viajar en las noches de fiesta mayor

Ya no hay excusa para que los jovenes del Ripollès deban quedarse en casa si en alguna población vecina celebran su fiesta mayor. Este fin de semana se ha puesto en marcha el bus festivo, un servicio público y gratuito de autobús que recorrerá la comarca cada vez que alguno de sus 19 municipios esté en fiestas y evitará el riesgo que supone conducir un vehículo en esas situaciones.

El viaje inaugural del autobús fue para transportar al pasaje hasta la capital, Ripoll, que celebra la festividad de su patrón, Sant Eudald. El punto de inicio del trayecto fue Camprodon, de donde salió sobre las 23.00 horas del sábado, y antes de llegar a su destino realizó varias paradas para recoger a los marchosos de las poblaciones del trayecto. El regreso se emprendió a las 5.30 horas. En esas circunstancias, si son muchos los que no aguantan, el autobús hará dos viajes. El mismo procedimiento va a repetirse cada vez que un pueblo de la comarca esté en fiestas. La última del año será la de Ogassa, el 4 de diciembre. Para que a nadie se le pase ni una, el Consejo Comarcal del Ripollès, promotor de la iniciativa, ha editado 10.000 folletos informativos que especifican la ruta del bus festivo y detallan las fechas de las fiestas mayores. El servicio ha sido encomendado a la empresa Teisa y costará un millón de pesetas, cantidad que el gerente del consejo comarcal, Raúl Morales, da por bien empleada si "sirve para que algunos jovenes opten por dejar el coche en casa" y se reduce el número de accidentes provocados por el elevado consumo de alcohol. Morales explica que aunque el nivel de siniestralidad del Ripollès "no es especialmente alarmante", existía una demanda por parte de los colectivos juveniles y de los padres, que "son los que se preocupan más cuando sus hijos cogen el coche para ir de fiesta por la noche". Jóvenes sin carnet La campaña Anem de festa amb bus se ha promocionado especialmente en los institutos de secundaria, pero el servicio no será exclusivo para los jóvenes. Se prevé que los principales usuarios sean los jóvenes que no tienen carnet de conducir, pero Morales precisa que "no hay ningún limite de edad para montarse en el autobús". El Consejo Comarcal del Ripollés no ha encontrado ninguna experiencia similar que pueda servirle de modelo, pero confía en que el servicio tenga éxito, lo que grarantizaría su continuidad. La entrada en vigor de la nueva tasa de alcoholemia, que hace muy difícil dar negativo si se conduce después de salir de copas, seguramente fomentará la utilización del autobús.