La superficie agrícola ecológica se ha multiplicado por siete en cuatro años

La superficie de agricultura ecológica se ha multiplicado por más de siete en los últimos cuatro años. Frente a las 6.456 hectáreas que había de este tipo de producción en 1995, el año pasado se alcanzaron las 47.470. Los agricultores que se dedican a esta faena también han experimentado un espectacular incremento: si en 1995 sólo había 277 productores, el año pasado ya eran 1.769.

La agricultura ecológica es, en algunas áreas, no sólo una actividad viable, sino la única posible, según Francisco Casero, presidente del Comité de Agricultura Ecológica. La razón: "Hay zonas que desde el punto de vista productivo no pueden competir en cantidad, pero sí en calidad". Muestra de ello es que, aunque la superficie representa alrededor del 1% del total de las hectáreas agrícolas, hay municipios como Trebujena (Cádiz) y Pozoblanco (Córdoba) donde este sector supone el 68% y el 41% respectivamente de los cultivos. Los cultivos se han diversificado en estos años, según Casero. Sin embargo, los productos que acaparan la práctica totalidad de la producción son el olivar -que con unas 15.000 hectáreas supone casi un tercio de la superficie-, la dehesa, (el 21%), los frutos secos (el 17,25%) y los frutos silvestres (el 14,5%). La provincia donde esta actividad tiene más presencia es Córdoba, que con más de 650 operadores y casi 17.000 hectáreas, supone el 35,44% de la superficie agrícola andaluza. Le sigue a gran distancia Almería, que representa el 16,45% con 346 productores y 7.360 hectáreas. Cádiz es la provincia donde menos implantación tiene este sistema caracterizado por no emplear productos químicos de síntesis y por mejorar el medio ambiente incrementando la fertilidad de la tierra y recuperando el paisaje. Pero la agricultura ecológica -que en 1997 recibió 733 millones de las ayudas comunitarias- tiene dos retos pendientes: la transformación de los productos y su introducción en los mercados nacionales. Aunque las industrias se han duplicado en los últimos cuatro años, pasando de 31 en 1995 a 52 en 1998, el desarrollo sigue siendo "muy lento", según Casero. "Existe una gran desproporción entre el desarrollo del sector primario y el número de industrias", asegura. Las que tienen más implantación son las de manipulación y envasado de productos hortofrutícolas, que representan más del 40% del total, seguidas de las almazaras y envasado de aceite, que suponen casi el 29%. Otro de los puntos flacos es la ausencia casi total de estos productos en los mercados nacionales. Los datos hablan por sí mismo: alrededor del 94% de la producción se exporta. La razón, según el comité, no son tanto los precios, sino "la falta de una red de distribución que permita introducirlos". Es precisamente en este punto, además de en promoción -a la que el gobierno autonómico destinó 2,5 millones de pesetas en 1998- e investigación donde la Junta debería hacer un mayor esfuerzo, según Casero.