Ordizia mercadea con el doblón
En los albores del próximo milenio, la villa de Ordizia sufrió ayer una profunda metamorfosis. Por un momento desaparecieron los coches, y los caballos se echaron a las calles; se fundieron las televisiones, y afloraron trovadores por doquier... No había ayer txistularis, sino titiriteros, ni alcaldes y concejales, pues el pueblo quedó ocupado por damas y caballeros de insigne figura que comerciaron con doblones en lugar de con pesetas o euros. La Feria Medieval de Ordizia, como un mágico teatro, bajará hoy su telón.
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