Mujerzuelas

DE PASADATEREIXA CONSTENLAPedro Rodríguez, el alcalde de Huelva, es un vanguardista del verso, que se anticipa a las tendencias rupturistas que caracterizán la poesía del próximo milenio, según vaticinó ayer en Pozoblanco (Córdoba) el escritor Juan Manuel de Prada. El autor de La tempestad no mencionó al político andaluz, pero el arte de la rima que Pedro Rodríguez maneja con soltura permite incluirle entre los poetas que buscan la ruptura del lenguaje. El alcalde dio muestras evidentes de su afán innovador esta semana, con una frase sublime, inspirada en el quehacer oratorio de la oposición socialista. Rodríguez, a buen seguro tras horas de devanarse (¿o, tal vez, rebanarse?) los sesos, legó para la historia de la épica política la siguiente composición: "Los socialistas se comportan como mujerzuelas, con sus cotilleos y esas cosas". Lo más molesto es que no aclara cuáles son "las cosas" de las mujerzuelas, que una piensa que son mujeres pequeñas, pero la Real Academia Española se encarga de aclarar que define a las de "poca estimación", a las "perdidas" y a las "de mala vida". Sin embargo, si alguien le dijera a Pedro Rodríguez que se comporta como un hombrezuelo, no conseguiría titulares periodísticos ni rompería con la estructura poética y ni siquiera pasaría a la historia de la épica política. La semántica del género masculino es tan pobre que hombrezuelo viene "de hombre". Menudo rupturismo, tú. Distinto es el estilo de Ramón Palacios, el alcalde de La Carolina (Jaén), también del PP, que habla de las mujeres con otras maneras. Sin ir más lejos, el jueves, durante un acto protocolario para otorgarle la medalla de oro al vicepresidente Francisco Álvarez Cascos, coló entre el discurso una galantería decimonónica para Gema Ruiz: "Realza el acto con su presencia". Y Gema, que parece de esas mujeres a las que les gusta el tono conservador y nada rupturista, debió agradecerlo. Dicho esto, Palacios siguió troceando su discurso con mejoras para La Carolina. Mismamente el jueves comenzó la "operación Riego Asfáltico" (sic), que generó bastante intriga entre las mujerzuelas que somos aficionadas a cotillear y esas cosas. Los carolinenses ni se inmutaron, pero a mí me dicen que me montan en el pueblo la operación Riego Asfáltico y me pongo a pensar en un ataque de marines contra el empedrado. Qué miedo.