La Ertzaintza archivó en 1998 una investigación en la que aparecían dirigentes de KAS ligados a sabotajes

La Ertzaintza archivó en mayo del pasado año una investigación sobre violencia callejera en la que estaban inmersos altos responsables de la Coordinadora Abertzale Socialista (KAS) de Bilbao, según un informe secreto de la unidad de información y análisis de la policía vasca. Interior dejó la investigación "a nivel de planteamiento" y la Jefatura, tras cuatro meses de trabajo, resolvió, "por necesidades operativas, emplear los medios humanos y materiales en otros objetivos". La kale borroka en ese periodo fue muy activa. El archivo provisional coincidió con las conversaciones PNV-HB anteriores a la tregua de ETA.

El informe de la unidad de información, de octubre de 1997, fue trasladado a un grupo operativo en enero del pasado año y archivado cuatro meses después, pese a que contenía 35 identidades de responsables de KAS y de personas relacionadas con la kale borroka. Durante ese periodo, la actividad de los grupos Y y de ETA fue muy destacada y, pese a las críticas generalizadas, el PNV estaba inmerso en las conversaciones con Herri Batasuna para conseguir que ETA declarase una tregua.El debate sobre la ineficacia de la Ertzaintza ante la violencia callejera y la responsabilidad por omisión del anterior equipo de Interior, dirigido por Juan María Atutxa y José Manuel Martiarena, estuvo presente durante toda la legislatura pasada. Ante el aluvión de críticas, tanto de la oposición como de dirigentes sindicales, Atutxa empeñó su palabra el 20 de agosto de 1997 para negar cualquier tipo de inhibición en la lucha contra la kale borroka: "Yo, Juan María Atutxa, certifico ante el señor Carlos Iturgaiz [presidente del PP vasco] y esta sociedad que, desde el Departamento de Interior y, por supuesto, desde mi persona, jamás se ha dado una mínima instrucción para levantar el pie del acelerador en la persecución de cualquier tipo de delincuencia que se produzca en este país".

Una semana antes, Interior había suspendido seis meses de empleo y sueldo por falta grave a Teo Santos, dirigente del sindicato de la Ertzaintza Erne, por asegurar en una tertulia radiofónica que "existe el criterio de no detener a nadie en los altercados violentos llevados a cabo por los grupos radicales".

Alejados de ese rifirrafe político, los investigadores adscritos a la Unidad de Información y Análisis de la Ertzaintza elaboraron un informe sobre la violencia callejera en el barrio de Bilbao la Vieja (cercano al barrio chino), finalizado el 28 de octubre de 1997. La violencia callejera en 1997 no conocía tregua en Euskadi y Navarra. Sólo en los cuatro primeros meses de ese año se produjeron 642 sabotajes en la comunidad vasca. Al año siguiente, en los mismos meses hubo 213 sabotajes.

La Unidad de Información planteó en su informe "estudiar las posibilidades de practicar una investigación teniendo como punto de partida" su documento de análisis. En el texto se identificaba a 35 personas y sus grados de participación en la "planificación y ejecución" de las acciones de violencia callejera de la zona.

En la documentación secreta de la Ertzaintza, se identificaba "al responsable de KAS de la zona, a un dirigente dinamizador, a dos dirigentes no participantes, a cuatro dirigentes participantes, a tres colaboradores inmediatos, a un colaborador especial, a tres controladores, a dos participantes destacados y a 18 participantes habituales". El informe fue entregado al grupo operativo 1 el 13 de enero de 1998 por el jefe de sección territorial de la Unidad de Investigación Criminal de Vizcaya (UEIC), según consta en las actuaciones internas reflejadas en las tres primeras páginas del Ikerlan (soporte informatizado interno de una investigación policial) con referencia 163K9800003.

El motivo que justificaba la investigación era "cometer actos delictivos con el fin de subvertir el orden constitucional o alterar gravemente la paz pública sin pertenecer a banda armada u organización terrorista". A modo de conclusiones, en la cuarta página, se indica que "la investigación queda a nivel de planteamiento. Por necesidades operativas, la jefatura considera emplear los medios humanos y materiales en otros objetivos". Es decir, Interior optó por archivar provisionalmente la investigación y destinar a los agentes a otros asuntos.

Fuentes de la Consejería de Interior informaron ayer que la unidad operativa empezó a investigar los datos facilitados por la Unidad de Información, pero "después de un tiempo decidió aparcar el asunto, al comprobar que no conducía a nada", informa Jesús Duva. Un portavoz de la consejería, que hoy encabeza Javier Balza, aseguró: "La investigación no fue archivada ni cerrada, sino simplemente aparcada. Es lo habitual".

El portavoz, tras afirmar que en modo alguno se aparcó el caso por motivos políticos, reconoció que los agentes y los medios materiales se dedicaron a otra investigación como ocurre siempre que el asunto que tienen entre manos se queda en un punto muerto.

La fecha del archivo de la investigación, 14 de mayo de 1998, coincide con las negociaciones entre HB y PNV en las que este partido pretendía que ETA declarara una tregua. ETA decretó el alto el fuego el 17 de septiembre pasado.

La decisión de archivar la investigación fue paralela al primer pronunciamiento crítico de un dirigente de HB sobre la violencia callejera: el portavoz Joseba Permach pidió el 30 de abril, en la Cadena SER, reflexión a los alborotadores "sobre las consecuencias que pueden tener estos hechos". Este distanciamiento de HB, en plena discusión interna sobre estos métodos, obedecía a la quema, días antes, de un autobús en San Sebastián. Para entonces, Interior había abierto ya el tercer expediente sancionador al dirigente del sindicato independiente de la Ertzaintza -por falta grave- por criticar la actitud de los responsables de Interior ante la violencia callejera.