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Empresarios que apoyaron los Juegos del 92 promueven el Premio Ferrer Salat

Los empresarios y financieros españoles que apoyaron la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona han decidido promover el Premio Ferrer Salat, que se concederá cada cuatro años coincidiendo con los Juegos. Los empresarios, reunidos en la junta general de la asociación Barcelona Olímpica 1992, decidieron disolver este organismo y destinar los 36 millones de pesetas sobrantes a la dotación del Premio Ferrer Salat.

En mayo de 1985, el empresario farmacéutico y presidente del Comité Olímpico Español (COE), Carlos Ferrer Salat, fallecido el pasado mes de noviembre, fue nombrado presidente de la asociación Barcelona Olímpica 1992, una entidad destinada a promocionar la candidatura que contó con la colaboración de 72 empresas y 500 millones de pesetas de donaciones. Era la respuesta de la sociedad civil a la llamada del entonces alcalde , Pasqual Maragall. De la mano de Ferrer Salat y de los vicepresidentes de la asociación, Josep Vilarasau -presidente de La Caixa- y el empresario Leopoldo Rodés, Barcelona Olímpica 1992 realizó importantes esfuerzos de representación internacional en pro de la candidatura de Barcelona, que en octubre de 1986 fue designada sede de los Juegos de 1992. La asamblea de la asociación Barcelona Olímpica ha decidido ahora proceder a su disolución, por haber sido totalmente cubiertos los principales objetivos. También ha aprobado las cuentas de la asociación, que arrojan un sobrante de 36 millones de pesetas en el momento de la disolución. Los empresarios que dieron su apoyo a los Juegos del 92 consideraron la "posibilidad de establecer un premio que podría denominarse Premio Carlos Ferrer Salat Barcelona Olímpica 1992, que se convocaría cada cuatro años coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos y tendría una dotación de cuatro o cinco millones de pesetas", según señala el acta de la junta de liquidación de esta sociedad promotora. Los miembros de la asociación Barcelona Olímpica aceptaron unánimemente que el premio sea financiado "parte con el capital sobrante de la asociación y parte con los intereses que este mismo capital vaya generando. Además han decidido que el premio subsista hasta agotar los fondos de la asociación. Por otra parte, los miembros de la asociación de empresarios estudian la posibilidad de "erigir una estatua monumento a la memoria de Carlos Ferrer Salat con la participación de otras instituciones, destacando su excepcional contribución a la sociedad civil, en deporte, en economía, etcétera", señala el cata de la misma reuniín. La asociación promoverá esta iniciativa junto a otras instituciones. Al respecto, los asistentes a la junta expresaron distintas consideraciones sobre el eventual coste y emplazamiento del monumento. Una calle en Barcelona Los empresarios proponene también que una de las calles que se abren en Barcelona lleve el nombre de Carlos Ferrer Salat y sugieren que la gestión sea encargada a la asociación Barcelona Promoción, vinculada a la Cámara de Comercio.

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